La gran apuesta de León por el regadío del futuro

La Comunidad Regantes de Los Payuelos tiene clara su apuesta por la agricultura de futuro que permita un uso más eficiente del agua y una mayor rentabilidad a sus parcelas, así como un irrenunciable respeto al medio ambiente. Y eso pasa inexorablemente por la modernización total de sus regadíos. Es , en este sentido, la gran apuesta, por volumen de terreno, de la provincia de León.

En la actualidad, este comunidad que se asienta en el este de la provincia y que se nutre, principalmente, del pantano de Riaño, cuenta con más de 20.000 hectáreas modernizadas, lo que supone más de 50% de su superficie total. Pero no quieren quedarse aquí y continúan reclamando a las administraciones correspondientes (Junta de Castilla y León y Gobierno de España) que no cejen en su empeño de seguir destinando fondos e inversiones hasta lograr la modernización total.

Y es que, hoy, no hay expectativas de futuro más allá de los regadíos modernizados.

El ahorro de agua

Es una de las grandes y más importantes aportaciones de la modernización de regadíos. En una zona que pasará de inmensas áreas de secano a regadío, nada es viable sin el uso eficiente del agua para sacar adelante los cultivos. El ahorro es fundamental. O mucho más que eso. Es imprescindible. Y más teniendo en cuenta que todas las previsiones de los expertos vaticinan una mayor escasez de lluvias en el futuro.

Pero es mucho más lo que aporta el regadío modernizado. La mayor rentabilidad de las parcelas es otra de sus grandes ventajas. Mucho más en una zona como la de Los Payuelos en la que se pasa de secano a regadío, con todo lo que ello supone.

El respeto al medio ambiente también está íntimamente ligado a los regadíos modernos ya que permite una incorporación exacta de los fertilizantes y otros tratamientos, así como de técnicas de cultivo que mejoran los rendimientos respetando el medio natural.

Desde la Comunidad de Ragantes de Los Payuelos además, recuerdan y quieren hacer una defensa a ultranza del medio rural y de la agricultura y ganadería «como productores de alimentos» para el resto de la sociedad, como se ha demostrado en estos dos años de pandemia, especialmente en los momentos más duros en los trabajadores del campo siguieron al pie del cañón. Por ello reclaman respeto a su trabajo y un reconocimiento a su labor. Y exigen a las administraciones que establezcan los mecanismos necesarios para tener una precios justos y unos servicios dignos en el medio rural.

Ahí queda todo eso. Como un clamor que puede ser extensivo a cualquier otra zona de esta provincia y de otras tantas de una España que han llamado ‘vaciada’.