innovando el pasado

Hablar de ‘cacharros’ de barro es sinónimo de Jiménez de Jamuz y, en esta tradición arraigada en la localidad de crear piezas exclusivas dando forma a la arcilla en el torno, destaca como pocas la familia Peñín. Actualmente, su quinta generación, con Valentín Peñín al frente, sigue dando vida a la tradición alfarera de su familia a través de La Catedral del Barro —cuya tienda física está ubicada en la carretera LE-110 al entrar en la citada localidad jiminiega—.

Una alfarería que puede presumir con creces de una importante historia y tradición, a la que Valentín Peñín sigue siendo fiel en la fabricación de todos los objetos, pero con una puerta siempre abierta a la innovación en este arte que nace del barro. «Nos estamos reinventando constantemente para diseñar nuevas creaciones, pero sin olvidar la parte tradicional porque es nuestro ADN», asevera Peñín, que matiza: «no por ello perdemos nuestra esencia, sino que sacamos nuevas formas, diseños y colores que se adaptan a los tiempos, así como a todo tipo de fuegos».

Al respecto, el maestro alfarero de La Catedral del Barro resalta que actualmente han sacado una nueva línea de piezas refractarias dentro de su constante evolución. «Se trata de piezas para cocinar con líneas más estilizadas y con un color rojo propio para esta línea de productos», detalla Peñín.

Unas piezas que se pueden descubrir en primera persona en sus instalaciones, pero que también se puede conocer por un catálogo de Whatsapp a través del teléfono 987 66 45 24 con la posibilidad de personalizar los detalles y la pieza que se desee adquirir.

Asimismo, todos los materiales utilizados en La Catedral del Barro son aptos para uso alimentario. De hecho, es una alfarería muy concienciada en la reducción de la huella de carbono, haciendo todo lo que está en su mano para que todo sea lo más ecológico posible.