Diario de León

La normalidad de honrar a los difuntos

La cautela de las mascarillas y la distancia de seguridad se apuntan como únicos requisitos para cumplir con la costumbre de la festividad de Todos los Santos en la que los deudos cumplen con el recuerdo a sus seres queridos

Las familias aprovechan los días previos a la celebración de Todos los Santos para adecentar las sepulturas de sus fallecidos. MARCIANO PÉREZ

Las familias aprovechan los días previos a la celebración de Todos los Santos para adecentar las sepulturas de sus fallecidos. MARCIANO PÉREZ

León

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La normalidad invita cada primero de noviembre y en las vísperas a honrar a los difuntos. Los deudos acuden al cementerio a cumplir con la costumbre que les legaron sus mayores, la encomienda de no olvidar y, al menos una vez al año, acudir al pie del lugar en el que descansan para recordarles. El camposanto cita durante estas jornadas a la ciudad de la que es parte y reflejo a su vez. Sin falta, los ciudadanos rescatan este la tradición a la que el covid puso limitaciones el año pasado, justo cuando más necesario se antojaba la presencia de quienes no habían podido cumplir con el acompañamiento en las peores semanas de la pandemia, cuando los sepelios se saldaban con apenas cuatro asistentes.

Esa deuda se rescata ahora.. La reducción de los indicadores de transmisión del virus abren la puerta de nuevo para la visita al cementerio. El 50% de ocupación marcado para el pasado año se olvida. El nuevo protocolo impulsado por la mancomunidad de servicios funerarios de León y su alfoz (Serfunle), a partir de las guías fijadas por la Junta, no se olvida de la precaución, pero establece que se podrá llegar al aforo completo. La cifra tope, con el metro y medio de distancia como parámetro de respeto, queda en 9.654 personas. A falta de 500 personas para llegar a este número, que controlarán los seis agentes de la seguridad privada contratada, se avisará para desviar vehículos y, con 250 de margen, se cerrarán las dos puertas laterales para limitar el acceso tan sólo a la principal, por la avenida de San Froilán. Como complemento, en el peristilo, junto a los puestos de flores, se instalará un punto de atención de primeros auxilios, gestionado por Cruz Roja, en el que habrá una zona de aislamiento en el caso de que una persona presente síntomas compatibles con el covid-19.

Pese a la vuelta a la normalidad que se pretende emprender ya este año, las precauciones se extienden también a la capilla. No se abrirá tampoco esta vez, ni habrá servicios religiosos dentro de este espacio reducido que se sitúa frente a la entrada principal. Nada más quedará condicionado, más allá de la lógica cautela de no confluir grandes grupos en una zona determinada, como aconsejan desde Serfunle, a la vez que recuerdan que la actividad funeraria se mantiene todo el año.

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