El sospechoso paseador de perros

alfonso garcía

Segunda aventura del Club de las Cuatro Emes (Manuel, Matilde y las dos Marías), la primera de las cuales –El Club de las Cuatro Emes- obtuvo el Premio Edebé de Literatura Infantil en 2021. En esta ocasión, y en uno de los encuentros habituales de la pandilla –»cada uno tenía su propia forma de enfadarse y era maravilloso, porque le daba variedad y colorido a la vida social del club»-, se fijaron en un hombre, «sospechoso paseador de perros», al que pronto bautizaron con el apodo de Malaspulgas. Y como era de esperar, dadas las sospechas de Manuel y que los de las Cuatro Emes «eran gente de acción», empieza el seguimiento detectivesco del personaje, ya que piensan que aquí hay «gato encerrado», o, mejor, «perro encerrado». Ninguno se imaginaba en ese momento hasta qué punto tenían razón.

En esa investigación, en la que, como siempre, es necesario ir atando diversos cabos sueltos, los Cuatro encuentran también algunos colaboradores inicialmente impensables. Al final, en un desenlace curioso y un tanto rocambolesco que no desvelaré, descubrieron las «malas andanzas de Malaspulgas».

El libro es muy entretenido, en buena parte porque el autor ha sabido crear el suspense necesario para mantener el interés hasta el final. Se une a ello la incorporación de otras pequeñas historias en el devenir del relato, contado con naturalidad, gracia, soltura y humor. Si es verdad que la aventura de la pandilla es el hilo que unifica la historia, no lo son menos otros escenarios y situaciones curiosas, hilarantes y estrafalarias que añaden chispa a la narración, en la que, además, aparecen personajes muy atractivos, caso de Exiquio Rupérez, abuelo de Rafael Rupérez, alias Malaspulgas.

Ilustraciones modernas, sugerentes.