Cerrar

LEONESAS DE AYER Y HOY. MARGARITA ALEXANDRE LABARGA

La pionera del cine que nació en León por culpa del carbón

dl

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

ana gaitero | león

El carbón le ha dado mucho a León. También tener en su nómina de ilustres a una mujer como Margarita Alexandre Labarga (León. 1923-Madrid.2015), una pionera del celuloide que deslumbró a Franco con Cristo (1953), fue productora en la Cuba revolucionaria de las primeras películas de Gutiérrez Alea y removió Roma con Santiago para llevar a la gran pantalla la Operación Ogro, nombre en clave con el que ETA bautizó el asesinato de Carrero Blanco en 1973.

En un tiempo en que las mujeres tenían que pedir permiso al marido para trabajar, ella fue actriz, script, directora, guionista y productora, vivió totalmente libre pese a estar casada con un conde y mantuvo con el cine una relación de amor. «A mí lo que me interesaba era estar detrás de la cámara, me interesaba la técnica», confiesa en el documental inédito de Fermín Aio cuya precuela fue presentada en el festival Luna de Cortos de Veguellina de Órbigo el verano pasado. Precisamente en esta localidad recibió el único homenaje que se le ha hecho en León a una mujer que ante todo fue libre.

Que naciera en León el 3 de julio de 1923 fue un cúmulo de casualidades, pero el carbón tuvo mucho que ver. Y también el ejército. Su padre era un francés ingeniero de Minas que recaló en la provincia con la Compañía Minera Anglo Hispana, la empresa que explotó las minas de carbón de Matallana de Torío y Orzonaga entre 1910 y 1930. Y su madre, África de nombre, era hija de un singular teniente coronel de caballería que estuvo en la guerra de Cuba, en Puerto Rico, en Melilla y luego en León.

Alexandre coincidió con los Labarga en aquellos primeros años del siglo XX en León. Aquí se conocieron y se casaron el joven ingeniero y África, que tal vez porque había nacido en Puerto Rico tenía aversión al frío leonés y después de casarse sólo venía a la capital a pasar los veranos, a la casa que habían montado en el paseo de los Chopos, ahora Ordoño II.

De León recordaba la estatua de Guzmán el Bueno, con el famoso dicho: «A quien no le guste León, ahí tiene la estación», y poco más.

La tercera de cinco hermanos, cuatro chicas y un chico, Margarita estudió en el Liceo Francés de Madrid, vio a su padre brindar con champán por la proclamación de la II República y vestido con el uniforme de la Legión extranjera que luchó con Franco al terminar la Guerra Civil. Nunca entendió el viraje.

Como cuenta a Sonia García López, la contienda le sorprendió, con 13 años, de veraneo en Almuñécar. Y vivió los bombardeos de las tropas nacionales primero en Madrid y luego en Valencia, donde consiguió trabajo para llevar las cuentas del combustible de las tropas. Era un mundo de hombres y estaban en la primera línea de fuego de los aviones. Por eso recibía una ración de comida suplementaria.

Se casó con tan solo 19 años con Juan José de Melgar y Rojas, conde de Villamonte, y «el hombre más libre que he conocido en mi vida». Bastante mayor que ella, la pareja tuvo un hijo antes de cumplirse el año de la boda. Poco antes, en 1941, tuvo su primer papel como actriz en la película Tierra y Cielo. Hizo de Inmaculada Concepción y apareció en los créditos como Margarita Sandra porque a su familia no le gustaba que usara el apellido. La ficharon por su físico, era muy alta y rubia, y además refinada, en la Alianza Francesa.

Ya casada siguió trabajando en el cine como actriz bajo la dirección de Juan de Orduña, Edgar Neville, Ladislao Vajda, Julien Duvivier. Su primer papel protagonista fue en Barco sin rumbo de José María Elorrieta. Pero ella no quería ser actriz y tampoco le interesó mucho la Escuela Oficial de Cine.

Al fin, consiguió trabajo de script en un par de películas como medio para introducirse en la dirección y su vida cambia de rumbo en 1952 cuando conoce al productor y director Rafael Torrecilla durante el rodaje de la película de Antonio del Amo, Puebla de las mujeres.

Rafael Torrecilla era ayudante de dirección y Margarita Alexandre hacía de script. Así empezó un amor y una vida de películas y aventuras compartidas que duró muchos años. Después del éxito de Cristo, con una técnica inventada por Juan Mariné, rodaron la primera película en Cinemascope que se hizo en España con la famosísima Aurora Bautista, La gata.

Fueron guionistas de La ciudad perdida, censurada por el franquismo, y produjeron Un hecho violento, de José María Forqué y Nada menos que un Arkangel de Antonio del Amo, película dirigida en gran parte por Alexandre aunque no figura en los créditos.

En 1959, el triunfo de la revolución cubana sorprende a la pareja en Nueva York y deciden trasladarse a la isla. Pronto se convirtió en la productora de películas como Muerte de un burócrata o Las doce sillas, de Gutiérrez Alea, entre otras. Su protesta por la censura del documental PM supuso su ruptura con el régimen castrista aunque no consiguió salir de la isla hasta 1971.

Desde Roma peleó para hacer la película Operación Ogro, dirigida por el italiano Gillo Pontecorvo y con música de Ennio Morricone. Lo consiguió y la cinta se estrenó en Italia en 1979 y en España en 1980. Fue su último trabajo. En 2004 recibió la Medalla de Oro de la Asociación Española de Historiadores de Cine ex aequo con Juan Mariné. Si Josefina Molina es la primera directora de cine en España, Margarita Alexandre está en la nómina de las pioneras con una extensa, variada y atrevida obra.

Cargando contenidos...