«Tendré que dejar cosas sin pagar, endeudarme más»
Ruth González, propietaria del Mesón Galeón. MARCIANO PÉREZ
El Mesón Galeón lleva cerrado desde mediados de marzo, pero su propietaria, Ruth González, madre de dos hijos, sigue pagando facturas. «Ya no estoy pensando a corto plazo. Me preocupa lo que vendrá después porque con un 30 por ciento de ocupación no me sale rentable abrir. Además tendré que adaptar el local con mamparas», apunta esta empresaria leonesa, que solo recibe la prestación por el cese de actividad. «Recibo 670 euros, cincuenta se los come el banco y 450 la hipoteca. Tendré que dejar cosas sin pagar, endeudarme más, para ir tirando. Lo peor de todo es que no sabemos muy bien cómo vamos a salir de esta y cuándo se recuperará la normalidad. Quizá las empresas grandes aguanten esta crisis, pero los bares de vinos, tan arraigados en León, van a tardar en recuperarse», advierte.