El acusado de tirar por el balcón a su compañera de piso se declara inocente
Defiende que él no la mató y dice que es «cabeza de turco» por ser el dueño de la vivienda
El acusado, a su llegada a la Audiencia Provincia de León, ayer. MIGUEL F. B.
El hombre de 53 años que está acusado de tirar por el balcón a su compañera de piso en Ponferrada, causándole la muerte, y para quien la fiscalía pide 12 años y 6 meses de cárcel por un delito de homicidio, negó ayer los hechos que se le imputan y ha sostenido que es «cabeza de turco» por el simple hecho de ser el propietario de la vivienda.
La Audiencia Provincial de León juzga desde ayer unos hechos que tuvieron lugar en la madrugada del 11 de marzo de 2021, cuando el acusado supuestamente arrojó desde la terraza del primer piso del inmueble, ubicado en el número 22 de la calle Dos de Mayo de la capital berciana, a una mujer de 63 años con la que compartía la vivienda y que falleció poco después de llegar al Hospital El Bierzo. Tras ser avisado por vecinos del inmueble, el Servicio de Emergencias del 112 alertó a la Policía Nacional del incidente a las 00.24 horas de ese día.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron la Policía Local de Ponferrada, la Policía Nacional y una UVI móvil, que fue la que dio trasladó a la mujer hasta el centro asistencial donde no pudieron hacer nada por salvar su la vida debido a la gravedad de su estado. Ella, madrileña, había alquilado una de las habitaciones de la vivienda al acusado y solía acudir con asiduidad a comer al Hogar del Transeúnte de Ponferrada dada su precaria situación económica.
Según determinó la investigación, la fallecida y el supuesto homicida, que era el titular de la vivienda, no mantenían ningún tipo de relación sentimental, por lo que se descartó que se tratase de un caso de violencia machista. Y aunque durante la instrucción se aludió a que el enjuiciado podría tener perturbadas sus facultades mentales y se barajó su ingreso en un centro psiquiátrico, la Fiscalía determinó finalmente que pese a que no tuviera intención directa de matar a la mujer, sí sabía el alcance que podría tener su acción.
En su declaración de ayer ante el tribunal, el hombre negó los hechos que se le imputan y aseguró que se enteró que la mujer había fallecido cuando dos agentes de la Policía Nacional llamaron a la puerta de su vivienda de madrugada. También insistió en que mantenía una relación cordial con la víctima y que nunca habían discutido. Relató que ella llegó esa noche «borracha» después de haber estado «tomando unas cañas con su novio» y que debido a su estado fue necesario llevarla a la cama.
También explicó que el día de los hechos se encontraba en la casa una pareja que ocupaba una de las habitaciones desde hacía poco más de una semana. La acogió —dijo— por mediación de la propia víctima, ya que estaban viviendo en la estación de autobuses de Ponferrada y la mujer estaba embarazada. Así mismo, afirmó que tenía llave de su vivienda al menos un amigo suyo al que él se la había facilitado y que desconocía si se habían hecho más copias.
Por su parte, la defensa insistió en que toda la instrucción ha sido «una concatenación de errores» y recalcó que no hay ni una sola prueba que apunte al acusado como responsable de los hechos que se le imputan. También precisó que dos testigos que declararon durante la instrucción afirman que una persona que vieron en el balcón no les pareció el acusado tanto por su aspecto como por su voz.
En su declaración, el acusado admitió haber consumido drogas hasta 1997 y que, en actualidad, sigue tomando metadona para combatir su adicción. Y su defensa recordó que los análisis que se le hicieron poco después de ser detenido dieron negativo en alcohol y drogas. Sobre su estado mental ha admitido que sufre «brotes psicóticos».