Diario de León

Urbanismo

El ARU cambia 120 viviendas en La Puebla

Los 4,5 millones pendientes de invertir en Ponferrada se sumarán a las futuras ayudas europeas del Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (ERRP) para extender la recuperación de edificios a nuevas zonas urbanas

John Jairo Herrera. L. DE LA MATA

John Jairo Herrera. L. DE LA MATA

Ponferrada

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En el corazón de la escalera del edificio de cinco plantas que se eleva en el número cinco de la calle de La Cierva de Ponferrada, asoma el hueco de una caja metálica. Es estrecha, pero tiene suficiente fondo como para que entren cuatro personas cuando los obreros terminen de instalar el ascensor que le va a cambiar la vida a los vecinos de los últimos pisos. Como John Jairo Herrera, de 62 años, veintidós de ellos viviendo en el 5ºC, acostumbrado a subir y bajar peldaños, a pujar con la compra, a elegir en el supermercado si ese día solo se llevará la caja con los doce bricks de leche o se atreverá con más peso. Venido desde Colombia, a John Jairo Herrera le ha dado un susto el corazón, está intervenido, y cuando el médico le recomendó que caminara más le respondió con desparpajo: «Eso no lo necesito, doctor, ya subo todos los días cinco pisos».

Cambio de vida

Con problemas de corazón, John Jairo Herrera le dijo al médico que no necesitaba caminar más, ya sube cinco pisos a diario

El edificio de la calle de la Cierva, a espaldas del Intituto Virgen de la Encina y con una quincena de vecinos, es uno de los inmuebles que se está beneficiando de las ayudas del Área de Rehabilitación Integral (ARU) que promueven en el barrio de la Puebla Norte la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Ponferrada y el Gobierno central y que hasta la fecha ha repartido 1,8 millones de euros en ayudas a particulares para mejorar la eficiencia energética de hasta 120 viviendas. El ARU, con 4,5 millones de euros en marcha —1,5 para obras en espacios públicos, 700.000 todavía pendientes de adjudicar en una nueva convocatoria, y otro medio millón en gestión, según los datos que facilita el concejal del área de Urbanismo, Pedro Fernández— y otros 4,5 millones comprometidos, tendrá ahora continuidad en los nuevos Entornos Residenciales de Rehabilitación Programada (ERRP) que con fondos europeos Next Generation tomarán el relevo a los planes actuales. Será la herramienta, señala Fernández, para invertir los 4,5 millones del convenio firmado con la Junta para desarrollar la segunda fase del ARU y sumarlos a las ayudas europeas que pueda recibir Ponferrada para extender los planes de reforma al resto del barrio de La Puebla y otras zonas de la ciudad con viviendas obsoletas. «La condición siempre será que mejoren su eficiencia energética y que demuestren en la certificación que eso es así», recuerda el edil.

Las obras en el número cinco de la calle de La Cierva para instalar un ascensor e impermeabilizar la fachada tienen un presupuesto de 135.000 euros. L. DE LA MATA

Las obras en el número cinco de la calle de La Cierva para instalar un ascensor e impermeabilizar la fachada tienen un presupuesto de 135.000 euros. L. DE LA MATA

En el caso del edificio de la calle La Cierva donde vive John Jairo, la inversión total de la obra asciende a 135.135 euros —72.756 de la Junta, 27.027 del Ayuntamiento de Ponferrada y 20.270 euros de la comunidad de vecinos.

«Pero tenemos que adelantar el dinero», dice la anterior presidenta de la comunidad, que vive en uno de los primeros, Josefa Suárez, cuando se encuentra en el portal con John Jairo y el periodista. El colombiano estima que la derrama que tienen que afrontar cada uno de los vecinos es de cinco mil euros. En los gastos de comunidad del mes hay que añadir en esta temporada 261 euros más.

Viejo portero automático boca abajo, junto al nuevo, en el edificio de la calle La Cierva. DL

Viejo portero automático boca abajo, junto al nuevo, en el edificio de la calle La Cierva. DL

Pero es un dinero que no solo financia la instalación de un ascensor que hubiera evitado, cuenta John Jairo, que en los últimos años se mudará más de un anciano residente en los últimos pisos del inmueble. El presupuesto también financia la impermeabilización de la fachada exterior y la del patio de luces con paneles de espuma para retener el calor y acabar con las humedades, contaban los obreros que trabajan en la obra el pasado miércoles. Eso se traducirá en ahorro de calefacción —John Jairo ya cambió sus ventanas cuando se mudó con su familia hace 22 años porque «hacía un frío tremendo en la última planta».

El edificio de cinco alturas del número cinco de la calle de La Cierva no es, sin embargo, de los más viejos del barrio de La Puebla. Lo edificaron hace 39 años, cuentan sus vecinos. Y en la fachada, junto al nuevo portero automático, todavía aparece la carcasa con los timbres que instalaron en 1985. Tiene los botones con las letras de cada piso boca abajo y nadie se molestó nunca en colocarla bien.

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