Asaja denuncia que tres macroparques solares en Cubillos y Cabañas arrasan tierras agrícolas y forestales

El sindicato agrario Asaja denuncia que los macroparques fotovoltaicos proyectados en Cubillos del Sil y Cabañas Raras (hoy mismo salen a información pública, en el BOP, tres solicitudes de autorización administrativa y evaluación de impacto ambiental) "arrasan con tierras agrícolas y forestales". La organización se refiere a los proyectos de un mismo grupo empresa que -dice- "ha troceado bajo tres sociedades mercantiles distintas"  tres parques denominados Compostilla I, Compostilla III y Compostilla IV. "Ocupan una superficie de terreno agrícola, incluyendo fincas de regadío, y forestal de 323,81 hectáreas y es previsible que en los próximos días se publiquen más del mismo promotor", ha advertido Asaja.

La organización agraria aseguró que tanto el emplazamiento de estos parques como las líneas de evacuación ocupan tierras de cultivo, pastos y prados de siega. Por ello, lo ve como "un ataque a los intereses agrarios de una comarca  que tiene en el sector primario una fuente importante de ingresos y de actividad económica y con gran proyección de futuro".

Dice Asaja que la mayor parte de la superficie que ocupan los proyectos fotovoltaicos es de fincas dedicadas a la actividad forestal, con plantaciones de pinos y vegetación espontánea de frondosas de gran porte y valor ambiental. "Muchas de plantaciones de pinos que pretenden llevarse por delante se plantaron en su día con subvenciones públicas de la Unión Europea", apuntó el sindicato, que asegura no entender que "la guardería forestal de la Junta no permita cortar tan solo un árbol a agricultores y ganaderos y que a las grandes empresas le autorice a deforestar cientos de hectáreas, gobernando con dos varas de medir distintas".

No es la primera vez que Ajasa denuncia la intención de desarrollar un parque solar que confronta directamente con el sector primario. "La superficie que se pretende ocupar en la provincia de León por macroparques fotovoltaicos es de 9.158,32 hectáreas, la mayoría de tierras de cultivo y de pastos. Hemos denunciado cada uno de ellos, ya que se expulsa a los agricultores y ganaderos de las tierras que ocupan, unas tierras que en su mayoría no son de los propios agricultores y ganaderos, sino de arrendadores particulares o de entidades públicas como ayuntamientos y juntas vecinales", explicó.