Diario de León

El Bierzo cubista de Lagalin ya es la mejor imagen del vino

El ‘packaging’ del vino elaborado por Gallina de Piel y Olga Verde se hace con el premio de los International Wine Challenge Industry Awards 2023

Ilustración realizada para la etiqueta de Lagalin que forma parte del 'packaging' premiado. GALLINA DE PIEL

Ilustración realizada para la etiqueta de Lagalin que forma parte del 'packaging' premiado. GALLINA DE PIEL

Ponferrada

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Un Bierzo de viñedos centenarios con cepas plantadas en vaso sobre suelo arcilloso y de canto rodado que rezuma color naranja cuando cae el otoño. Ese Bierzo tradicional pero enfocado desde una perspectiva cubista que rompe con lo esperado es el protagonista de la etiqueta de un vino elaborado en la comarca que acaba de ganar uno de los premios de los International Wine Challenge Industry Awards. No el vino, sino la etiqueta como parte de un envoltorio, embalaje o ‘packaging’, como se le conoce en el argot. 

Es la imagen de Lagalin, el vino que la ‘no bodega’ del sumiller catalán David Seijas, Gallina de Piel, ha elaborado en el Bierzo de la mano de la viñadora Olga Verde. Se ha hecho con uvas de una parcela de San Clemente (Cacabelos) que aparece retratada en la etiqueta diseñada por el ilustrador Sebastià Martí, mano a mano con el socio de Seijas, el también sumiller Guillem Sanz.

Vino Lagalin Olga Verde y Gallina de Piel. ANA F. BARREDO

Una de las botellas de Lagalin. ANA F. BARREDO

Una apuesta rompedora como el conjunto del proyecto, que utiliza botellas recicladas diferentes entre sí, que se presentan en cajas de seis —tipo estuche— en las que también está impresa la ilustración de la etiqueta, pero en una fase más temprana, cuando era tan solo un esbozo y todavía no tenía color.

Todo ese conjunto es lo que se ha llevado el premio a ‘Mejor Packaging’ en un certamen internacional que pretende reconocer la profesionalidad del sector de la distribución y de las industrias auxiliares del vino. Así como se premian las mejores elaboraciones, los International Wine Challenge Industry Awards ponen en valor el trabajo de comunicación y promoción, educación, distribución, restauración y sumillería, entre otros.

El propio nombre nace del baile de letras que propicia el anagrama de la palabra gallina. Gallina que es la imagen de marca del proyecto encabezado por David Seijas y que también aparece en la etiqueta de Lagalin, junto a otros elementos inherentes al vino, como una copa y un abridor de láminas, que es el que se utiliza para extraer el corcho de botellas de vino viejo sin tener que perforarlo. 

Vino Lagalin Olga Verde y Gallina de Piel. ANA F. BARREDO

La caja, en formato estuche, contiene seis botellas diferentes que se descubren tumbadas. ANA F. BARREDO

Entre las formas geométricas propias del cubismo sobresale una ‘V’ muy marca que ocupa la parte central de la composición, de arriba a abajo, y muestra una barrica con un fuego en el vértice. «Simboliza que el vino está hecho de una sola barrica que está tostada con fuego», explica Guillem Sanz, que hace hincapié en la importancia de la comunicación para explicar el vino. «Es importante desarrollar lenguajes que permitan comunicar o entender el vino de distintas maneras y, en esta ocasión, creíamos que el cubismo era lo que mejor encajaba con las distintas miradas que pretende mostrar con Lagalin», añadió Sanz.

El vino elaborado en el Bierzo junto a Olga Verde se replantea el proceso desde el principio, con una mirada sostenible que empieza por la reutilización de botellas que han sido higienizadas y tratadas para volver al inicio de su vida útil. Esa mirada rompedora se escenifica bien en los ojos cubistas de la gallina que guarda bajo su ala un disco de vinilo. «Todos somos muy melómanos», apunta al respecto Guillem Sanz. 

La tapa de la caja se presenta con el esbozo de la ilustración de la etiqueta. GALLINA DE PIEL

La tapa de la caja se presenta con el esbozo de la ilustración de la etiqueta. GALLINA DE PIEL

Pablo Picasso, Georges Braque y Juan Gris han sido las referencias de Sebastià Martí en el diseño de la etiqueta de Lagalin, dominada por el naranja y el rojo y el azul celeste y un verde vivo. Intensidad y viveza propia de un proyecto muy personal que ha vuelto a colocar al Bierzo en la avanzadilla de la innovación en el sector de la viticultura y ha sido reconocido con un premio de prestigio que, de paso, sirve para seguir armando marca y dando de qué hablar. Nadie conoce lo que no se cuenta y el Bierzo ha vuelto sonar entre quienes pesan en el sector del vino. Esta vez en una gala celebrada en Madrid.

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