En calzoncillos en la puerta ante la policía: «Sí, lo hice, ¿Y qué?»

Aquella noche del presunto homicidio, cuando la Policía Nacional llamó al timbre del piso, la puerta la abrió el presunto agresor. Los recibió en calzoncillos y cuando los agentes preguntaron si había tirado por el balcón a la mujer fallecida, el hombre, con toda tranquilidad y sin signos de estar inquieto o nervioso por lo sucedido respondió lo siguiente: «Sí, lo hice, ¿Y qué?». Según fuentes que llevaron la investigación, el detenido por presunto homicidio había estado a tratamiento por un problema mental.

El hombre, que cuenta con un hermano, había perdido a su madre. La madre fallecida del detenido era muy conocida en el barrio, porque regentaba una carnicería en la zona del mercado de abastos de Ponferrada.

Mercadillo de domingos

El presunto homicida también era conocido dado que llevaba algunos domingos un puesto en el mercadillo de segunda mano del centro comercial La Máquina.

Como se recordará, según lo dicho por la Subdelegación del Gobierno tras conocerse el acto violento, todo apuntaba a que este caso no se enmarcaba en otro más de violencia de género. Y ello porque no existía relación sentimental entre ambos, aunque según lo que pudo conocer este periódico, el hombre ofreció con posterioridad datos y versiones contradictorias. El asunto se verá en el juicio.