Diario de León

Parajes

Castro Ventosa espera su oportunidad

El consorcio que gestiona este paraje arqueológico y turístico, integrado por Cacabelos y Villafranca, adolece de medios para mantenerlo. Los dos ayuntamientos hacen lo que pueden para tenerlo limpio y esperan un impulso del Monumento Histórico

Ponferrada

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Castro Ventosa sigue languideciendo. Los intentos para recuperarlo y aprovechar su gran potencial turístico no acaban de fructificar. Los recortes de las ayudas públicas le han pasado factura y en la actualidad el Consorcio Intermunicipal Castro Bergidum, que integran los Ayuntamientos de Cacabelos y Villafranca, hacen lo que pueden para mantenerlo al menos limpio de zarzas con sus escasos medios. Los dos alcaldes, Junior Rodríguez (PSOE) y José Manuel Pereira (PP), daban ayer fe de ello y apelaban a la necesidad de más implicación de todas las instituciones para recuperarlo e impulsar su visita.

Este paraje, declarado en 1931 como Monumento Histórico con protección de Zona Arqueológica, sigue existiendo de espaldas a casi todo. Codiciado por pobladores en las guerras astur-cántabras, ocupado en la época prerrona, conquistado por los romanos y siempre referencia de asentamiento fortificado en un lugar privilegiado de altura —en un cruce de calzadas romanas, desde donde se domina con la vista la grandeza del Bierzo—, Castro Ventosa es como el gran gigante abandonado en su perfecta conservación y promoción. Es el que todos saben que está ahí, pero al que pocos quieren mirar y ayudar.  

Sólo recorriendo la zona de intramuros se da cuenta uno del gran potencial que tiene. Miles de peregrinos pasan cada año cerca y la gran mayoría se pierden este lugar, origen del Bierzo.  

Ahora mismo, el castro cuenta con buenos accesos desde Pieros (Cacabelos) para llegar a la planicie del asentamiento. Se han limpiado las cunetas y existe una buena explanada para aparcar el coche y acceder por una escalera al interior de la fortificación.  

Pero, una vez dentro, se aprecia lo mucho que falta por hacer para su aprovechamiento. Existe una caseta donde la guardesa vigila la zona, pero cuando se va, el inmueble ha sido objeto de expolio. Los ladrones llegaron a robar en su día hasta el tejado de cobre y ahora luce uno de latón. La iluminación pública que perimetraba la zona fortificada del paraje ha sido pasto de la rapiña. Se han llevado el cableado, los focos y hasta las piedras que resguardaban el sistema de iluminación.  

Cacabelos y Villafranca han desbrozado el perímetro del castro, pero las zarzas y los conejos que tanto daño hacen a las viñas, campan sin problemas. Cuentan las autoridades que no les da para más y que, con el poco dinero que tienen, desbrozan a mano el histórico lugar, dado que Patrimonio les sancionaría si usan maquinaria.  

La parte de Castro Ventosa que pertenece a la pedanía de Pieros, y por tanto a Cacabelos, tiene ya arrancados los viñedos que ocupaban el castro. Pero la que pertenece a Valtuille de Abajo (Villafranca), los viñedos siguen activos. El alcalde de Villafranca, siendo presidente del Consorcio intermunicipal, fue el que compró a particulares los viñedos asentados en el castro, y en tiempos de Adolfo Canedo en Cacabelos fue cuando se arrancaron los plantados en la parte de Pieros, no así en la de Villafranca.  

Castro Ventosa cuenta con un proyecto para su recuperación, incluyendo excavaciones arqueológicas —lo sabe bien el arqueólogo e investigador del CSIC, Javier Sánchez Palencia—, pero en palabras el alcalde de Villafranca, «el plan sigue durmiendo el sueño de los justos».

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