El comercio y la hostelería calculan unas pérdidas de 5 M€ por el Covid-19

La protesta convocada ayer por el Círculo Empresarial Leonés (CEL) en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada evidenció la situación del empresariado berciano como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y también la falta de unión política y social ante la crisis económica que viene. Sólo el comercio y la hostelería de la capital del Bierzo, según Templarium, una de las organizaciones que respaldaron la concentración silenciosa, calcula pérdidas en estos tres meses de marzo, abril y mayo de unos 5 millones de euros, según señaló a este periódico su presidente, Felipe Álvarez, en base a una estimación por el movimiento económico de cada negocio y el número de establecimientos de la capital del Bierzo.

En silencio y manteniendo la distancia de seguridad, como hicieron el jueves en León, los empresarios convocados por el CEL, con el apoyo de hasta 19 organizaciones, se concentraron para reclamar cambios en la gestión de la crisis y subrayar su descontento con la gestión, especialmente con el Gobierno central.

La manifestación silenciosa culminó con la lectura de un manifiesto por parte del presidente de la Asociación de Comerciantes Templarium y también vocal de la junta directiva del CEL, Felipe Álvarez, al que acompañaron el presidente de BierzoPyme, Ángel Rodríguez, y el vicepresidente del CEL, Silvino Abella.

«Estamos aquí para defender la economía, las empresas y el empleo en la provincia de León. Para manifestar y hacer visible el descontento, indignación y hartazgo de los empresarios, autónomos, profesionales y trabajadores», señalaba el manifiesto.

Además de criticar «la confusión, improvisación, e incertidumbre de nuestros gobernantes, en un momento crítico y de extrema preocupación para las empresas y los trabajadores», el manifiesto arremetió también contra «el oportunismo político, la falta de seriedad e la incompetencia de los dirigentes públicos», las medidas que, lejos de aportar confianza, han generado «desconcierto, desafección y desorientación» y la utilización del funcionamiento del mercado laboral «como moneda de cambio para conseguir votos o abstenciones en el Congreso».

Felipe Álvarez en la lectura del manifiesto. ANA F. BARREDO

«El anuncio de la derogación de la reforma laboral (endurecimiento de la regulación laboral por decreto) es una estrategia en contra de las necesidades reales de la economía: condenará al cierre de numerosas empresas y acelerará el proceso de destrucción de empleo», alertaba.

Los empresarios convocados por el CEL pidieron también en el manifiesto medidas de estímulo económico y fiscales, mayor flexibilidad y un margen de actuación y pago de los erte más allá del 30 de junio «para las ramas de actividad más dañadas».

Los créditos avalados por el ICO, a su juicio, son insuficientes y poco ágiles, por lo que también pidieron «nuevos mecanismos de ayuda para mejorar la capacidad financiera de las empresas que se comprometan a mantener los puestos de trabajo en el futuro. Los que no dispongan de liquidez no podrán sobrevivir, aunque sean competitivos», alertaba el manifiesto.

La Fele no se sumó a la protesta, según su presidente en el Bierzo, Javier Morán, por las formas aunque esté de acuerdo en el fondo con lo que reclamaron ayer los empresarios convocados por el CEL.