Inbiotec constata la presencia en un hongo ligado a la avispilla que pudre las castañas

Cuando el sector de la castañicultura lucha por sobreponerse a los efectos adversos de la avispilla, la Mesa del Castaño del Bierzo y Cesefor acaban de constatar la presencia del hongo Gnoniopsis smithogilviyi, que provoca un debilitamiento generalizado del castaño, adelantando la caída del erizo. El fruto se pudre y la cosecha disminuye. Su presencia ya ha sido descrita en otras zonas productoras europeas con presencia de avispilla. «Se caracteriza por afectar internamente a la castaña, alterando su calidad organoléptica», describieron fuentes de la Mesa del Castaño.

Fue la alerta de los castañicultores de Los Tres Valles, en el Bierzo Oeste, la que motivó el inicio de un estudio en el que se ha involucrado el Instituto de Biotecnología de León (Inbiotec), en el marco de su proceso de integración en Cesefor. A finales del pasado verano y ya entrado el otoño, los productores de esta zona de la comarca mostraron su preocupación por la defoliación prematura de los castaños. En un primer momento, se pensó que era socarrina ( Septoria castaenicolum ), un hongo autóctono de difícil control que se ve favorecido por condiciones ambientales adversas, como la elevada humedad que se produjo el pasado mes de julio y que provocó la pérdida de hoja en los sotos bercianos. Un diagnóstico inicial que después, tras analizar las muestras tomadas, quedó descartado.

«Ante la continua preocupación del sector productivo, desde la Mesa del Castaño del Bierzo se activó el programa de vigilancia fitosanitaria que, a través de Cesefor, realizó actividades de prospección, análisis e identificación sobre las muestras facilitadas por los socios de esta asociación y las recogidas en las parcelas de seguimiento», describieron desde la Mesa del Castaño del Bierzo.

El laboratorio de Inbiotec se encargó de la realización de un análisis genético y confirmó la presencia de Gnoniopsis smithogilviyi en casi un 80% de las muestras recibidas, así como otras patologías que no provocan daños reseñables. Un trabajo analítico pionero que se enmarca en el ‘Proyecto +cast’ que financia el Instituto de Competitividad Empresarial de la Junta de Castilla y León.

«Se diseñó y realizó un procedimiento experimental consistente en el aislamiento, en medios selectivos, de la biota presente en el tejido de las muestras y en la selección y resiembra de los microorganismos en cultivos puros. Posteriormente, se extrajo el ADN y se secuenció, indentificándose el organismo indicado», relataron fuentes de Cesefor.

Una vez confirmada la presencia de este hongo en los sotos del Bierzo, como así ha sucedido también en zonas productoras de la vecina Galicia, los organismo involucrado en este estudio están evaluando las posibles soluciones. Para ello, se han ampliado las investigaciones «encaminadas a determinar estrategias y medios de control» para «poder realizar las consiguientes recomendaciones de gestión al sector», apuntaron tanto Cesefor como la Mesa del Castaño. De momento, lo que sí se ha determinado es la «gestión rápida de la recogida del fruto y un tratamiento térmico posterior antes de su envío a los mercados».

En vista de la eficacia demotrada por este servicio de detección temprana de patologías en el ámbito agrario y forestal en el que se ha involucrado el Instituto de Biotecnología de León, Cesefor confía en que «pueda ser extendido en breve al conjunto de producciones» para «proporcionar un servicio cercano a productores, gestores e industrias agroalimentarias y forestales» de Castilla y León.