Inquietud en Roldán por el erte de Acerinox en Cádiz debido a la guerra

De los mejores resultados de su historia a negociar un erte en su factoría gaditana directamente contectada con la acerera Roldán en Ponferrada, Y todo debido al aumento de los costes de producción, efecto secundario de la guerra en Ucrania. Acerinox comenzó a negociar ayer un ajuste laboral en su fábrica de Los Barrios en Cádiz, con una plantilla de 1.800 trabajadores, y los ecos llegaron enseguida hasta la capital berciana, donde la noticia sembró ayer de inquietud a los operarios de la factoría de Santo Tomás de las Ollas.

Los trabajadores de Roldán no ocultaban ayer su temor a que el ajuste también acabe por afectarles también y así lo reconocía el presidente del comité de empresa, Miguel Ángel Arias, que teme que la factoría berciana sea la siguiente si el erte que preparan en Cádiz se tiene que ejecutar en los próximos días en función de los suministros de materias transformadas en los barrios. «Detrás iremos nosotros», reconoció.

Roldán, en cualquier caso, está trabajando de momento «con normalidad» y la dirección de la fábrica no le había comunicado ninguna medida ayer al comité de empresa de la factoría ubicada en el polígono industrial de La Lllanada en Santo Tomás de las Ollas (Ponferrada). El comité recordó que la palanquilla con la que trabajan en Roldán procede de Los Barrios-

Acerinox convocó ayer al comité de empresa de su factoría de Los Barrios a una reunión urgente para negociar un expediente de regulación temporal de empleo debido al aumento de los costes de la energía y las materias primas «como consecuencia de los problemas derivados del conflicto rusoucraniano», es la explicación que la dirección ha dado al comité y de la que se hacía eco el diario El Economista en su edición digital.

Acerinox cuenta en Los Barrios con 1.800 trabajadores (frente a los cuatrocientos de Ponferrada) y sostiene en torno a siete mil empleos indirectos. El comité de empresa de Los Barrios ya ha informado a la plantilla de que la reunión tratará de hacer frente a «problemas importantes en los precios de los costes energéticos, así como en los suministros de materias primas (ferrocromo, ferroníquel y ferrosilíceo).

La noticia ha dejado fríos a muchos trabajadores de Roldán en Ponferrada y llega apenas unos días después de que la matriz de la siderurgia informara de que había cerrado el ejercicio económico del año 2021 con los mejores resultados de su historia: Unos beneficios, después de impuestos, de 572 millones de euros (Ebdita de 989 millones de euros). El consejero de delegado de Acerinox, Bernardo Velázquez valoraba entonces cómo el grupo había logrado «cifras record en las principales magnitudes financieras y operativas» a pesar de que el año 2021 aún había estado marcado por la pandemia.

Como ya publicó Diario de León, Acerinox decía hace diez días que los buenos resultados del grupo se habían visto impulsados «por una mejora generalizada en la situación del mercado, una gestión muy activa en el control de costes, el aumento de la eficiencia y la clara mejora de los márgenes». Todo eso, sin embargo, ha saltado por los aires con la guerra en Ucrania.