La Junta inicia otra vez el proceso de concentración del Canal Bajo
m.c.c.r. | ponferrada
La Junta, al menos, quiere dar el primer paso para intentar la concentración parcelaria del Canal Bajo del Bierzo, un reto de comarca que hasta ahora no ha salido adelante por su propia complejidad, tanto técnica como por las posibles tensiones derivadas de un proceso ligado al histórico minifundismo del campo berciano.
El proceso se iniciará, la próxima semana, con la constitución de un grupo auxiliar de trabajo y la comisión local, que se encargarán de clasificar las tierras e investigar su propiedad. Entre tres y seis agricultores y propietarios de terrenos rústicos de cada zona formarán parte de estos organismos que escogerán sus representantes en asambleas convocadas por la Dirección General de Desarrollo Rural a celebrar en Carracedelo, Camponaraya y Dehesas, según recogía ayer el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).
Según especifica el reglamento de concentración parcelaria de la Comunidad, la creación de los grupos auxiliares de trabajo es el primer paso antes de la elaboración del estudio técnico previo a la concentración parcelaria. Igualmente, se facultará al personal técnico y jurídico de la unidad territorial del Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl) para llevar a cabo los trámites derivados de la convocatoria.
Para elegir a los miembros de cada zona, se celebrarán una asamblea el día 21 de noviembre a las 10 horas en las dependencias del Ayuntamiento de Carracedelo, en la que saldrán escogidos los miembros de los grupos auxiliares y los vocales de la comisión local para las localidades de Carracedelo, Carracedo del Monasterio, Villadepalos y Posada del Bierzo.
A las 12 horas, tendrá lugar otra asamblea en el Ayuntamiento de Camponaraya en la que se escogerá a los miembros de estos organismos para las localidades de Camponaraya y Narayola.
Por último, a las 16 horas se celebrará una última asamblea en las dependencias de la junta vecinal de Dehesas, localidad perteneciente al municipio de Ponferrada.
Se trata de un nuevo paso después de que en septiembre del año pasado los comuneros dieron el sí al proceso después de un tensa asamblea de cinco horas de duración, que salió adelante por 422 votos a favor frente a 180 en contra. Después de dos décadas casi y dos propuestas encima de la mesa no ha sido posible.
El proyecto, que contaría con ayudas de la Junta y de fondos de Europa, alcanza los 57 millones de euros y llegaría a unas 3.600 hectáreas actualmente en producción.