Diario de León

La calculadora humana

El campeón del mundo de cálculo mental, Alberto Coto, dejó ayer fascinados a los alumnos del IES Europa con sus cálculos instantáneos. En un segundo, adivinaba su fecha de nacimiento

Alberto Coto, ayer en el IES Europa mostrando a los alumnos el certificado de uno de sus Guinness

Alberto Coto, ayer en el IES Europa mostrando a los alumnos el certificado de uno de sus Guinness

Publicado por
Marga Luengo - ponferrada
Ponferrada

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Es una calculadora humana, una mente prodigiosa que consiguió dejar deslumbrados a más de 700 chicos y chicas con sus habilidades extraordinarias de cálculo matemático. Un ejemplo de que los números pueden mantener atentos a cientos de jóvenes sin perder un sólo momento de lo que se está explicando. Un sueño para cualquier profesor, que ayer se hizo realidad de la mano de Alberto Coto, un asturiano que puede presumir ser «la mente más rápida del mundo». Coto se hizo con el campeonato del mundo en el año 2004 en Alemania, frente a calculistas de todas las partes del planeta, en las modalidades de suma y multiplicación. En ambas, ha conseguido además dos records Guinness, lo cual lo convierte en toda una celebridad del mundo del cálculo. Su presencia ayer en el IES Europa se convirtió en todo un acontecimiento. Durante toda la mañana, todos los alumnos del centro, divididos en grupos de unas 100 personas por cada hora, disfrutaron de una exhibición de las habilidades del campeón mundial. Con el objetivo de hacer atractivos los números a los jóvenes, Coto realizó numerosas actividades, como adivinar la fecha de nacimiento de cada uno de ellos, el día de la semana que era cuando nacieron o el día que será cuando cumplan 100 años. Coto explicó la manera en que realiza este algoritmo del día de la semana a partir de la fecha de nacimiento, y es de la siguiente manera: al día en concreto le suma un número que es un código memorizado para cada mes del año, - por ejemplo el mes de julio sería el 6 -. A este resultado le suma el cociente de dividir el año, por ejemplo, de 1981 tomamos las dos últimas cifras, entre 4. Nuevamente el resultado obtenido lo divide entre los días de la semana y se fija en el cociente y en el resto. Si el resto es, por ejemplo, 3, el día de la semana sería el miércoles, dado que según su código, el cero es para el domingo, el uno para el lunes... y así sucesivamente. Toda esta complicada explicación, Coto la llevó a cabo de manera instantánea con la práctica totalidad de los alumnos del Europa, y por la tarde con un grupo de niños con habilidades especiales para las matemáticas. Fue, en definitiva, genial.

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