La poca infraestructura y los precios bajos ahogan al campo según Asaja

«El Bierzo es la única zona de la provincia de León en la que hay terreno cultivable bueno a poulo y eso se debe, en gran parte, al abandono de las administraciones, que no han aportado ni un euro en infraestructuras». Con esta frase, el presidente de Asaja León, Arsenio García Vidal, inició ayer la comparecencia de los representantes de esta organización sindical en Ponferrada para hacer balance del año agrícola en el Bierzo, que ya califican de «nefasto» y «malo».

«Estamos llegando al kilómetro cero. O se revierte esta situación o no tendremos nada de futuro», añadió García Vidal. Y este horizonte tan negro se pinta en una comarca con cerca de mil hectáreas cultivables que están abandonadas en zona regable y que podría asumir la incorporación al sector primario de hasta 30 jóvenes al año, según los datos aportados por el secretario general de Asaja, José Antonio Turrado.

Que haya muchas hectáreas de «terreno superproductivo» inaprovechadas puede tener también un enfoque positivo a futuro siempre que la gestión sea la correcta, porque «nos lleva a pensar en que, a diferencia de lo que ocurre en el resto de la provincia, donde ya no hay terrenos para cultivar; aquí podría haber incorporación de jóvenes. «Si apoyamos esto, sí puede haber un día de mañana», afirmó el presidente de Asaja León.

La modernización de los regadíos es vital, pero no lo único que debe hacerse. El Bierzo necesita —defendieron los representantes de Asaja— unas políticas agrarias y una estrategia adaptada a sus condiciones particulares, principalmente el minifundismo. «Una hectárea de pimiento en Almería produce lo mismo que toda la Indicación Geográfica Protegida del Bierzo, unas 100.000 kilos», apuntó García Vidal. «Seguimos esperando ayudas y que alguien nos mire. Las administraciones deberían fijarse en nosotros y en nuestras particularidades. Todas las ayudas deberían ser adaptadas, porque nos quedamos fuera de muchas precisamente por ser muy pequeños», subrayó la delegada de Asaja en el Bierzo, Begona Bello.

Precios inaceptables

El precio que se le paga al agricultor y al ganadero por sus productos es otra de las grandes batallas que tiene que lidiar el sector en el Bierzo y en ello fue especialmente incisivo Turrado. «En el Bierzo, los productos no se pagan a lo que valen. El problema de la agricultura aquí es que se paga poco al productor y no estamos hablando de grandes multinacionales, sino de pequeñas empresas y cooperativas que son las que tienen que dar valor al producto. En un año malo, los precios suben en todos los sitios menos aquí», denunció el secretario general del sindicato agrario, que exigió la aplicación de la ley de la cadena alimentaria para que «nadie venda a pérdidas y se tenga margen de beneficio», porque sin beneficio —recordó— tampoco se invierte en el sector.

Dice Turrado que no es que haya que pagar a los agricultores bercianos lo mismo que se paga en otras zonas de España, sino que los precios tienen que ser mayores porque la calidad hay que pagarla. «La industria agroalimentaria tiene que pagar por las cosas lo que valen, sino de nada sirven las figuras de calidad», defendió Turrado, que no apunta en la dirección del consumidor cuando habla de quién debe asumir el incremento del precio. «Hay unos márgenes que se están quedando otros que no son el agricultor», dijo para después defender que en el Bierzo no se debería pagar la uva por debajo del euro el kilo, de media, y lo mismo con la fruta.

Canal Bajo del Bierzo

Asaja valora como una buena noticia que la Junta de Castilla y León haya declarado la utilidad pública de la concentración parcelaria previa a la modernización del Canal Bajo del Bierzo, pero el secretario general también expuso la cara negativa y recordó que todavía no hay acuerdo ni de inversión ni plazos para lo realmente urgente, que es la obra en sí para la modernización de la principal arteria de riego del Bierzo. «Cuando se declara la utilidad pública, se paralizan las inversiones. Nadie invierte ni planta en lo que mañana no va a ser suyo. Por eso, hacemos un llamamiento a la Junta de Castilla y León para que aligere los plazos y el proceso se desarrolle con la mayor inmediatez», afirmó Turrado. El proceso de concentración no debería exceder los dos o tres años, según el plazo que apuntó.

Donde sí se invirtió hace años fue en la modernización de Canal Alto, pero también aquí sigue habiendo carencias que hay que resolver, según Asaja. «Se hizo una infraestructura importante, pero el agua no llega a pie de parcela y, en este momento, la administración tiene recursos y medios para modernizar el campo».

El empuje de la ganadería

Durante el último año, ha habido alrededor de 25 solicitudes iniciales de jóvenes interesados en trabajar el campo, pero no todas acaban en un proyecto real. Por actividad, sigue siendo la ganadería extensiva de montaña la que más tirón está teniendo. Una tendencia al alza en los últimos años porque «era más fácil conseguir pastos que tierras de cultivo», apuntó José Antonio Turrado. Pero esto —remarcó— «hasta ahora», porque el acceso a los pastos también empieza a ser limitado.

«Para que haya más ganadería, hay que mejorar los pastos con políticas de desbroces y quemas controladas autorizadas por la Junta de Castilla y León. Es una opción lenta, pero por algo hay que empezar», defendió el secretario general de Asaja.