Diario de León

Memoria histórica

Ponferrada busca a dos represaliados en el cementerio de Fuentesnuevas

José Aira del Valle, de Villafranca, y Dositeo Fernández, de Lugo, fueron asesinados en 1936

Trabajos de exhumación en el cementerio de León, en una imagen de archivo de 2019. MARCIANO PÉREZ

Trabajos de exhumación en el cementerio de León, en una imagen de archivo de 2019. MARCIANO PÉREZ

Ponferrada

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Los sacaron de sus casas, los alejaron de sus familias, se los llevaron a las tapias del cementerio de Fuentesnuevas y extramuros los asesinaron y los enterraron. Ocurrió en agosto y en septiembre de 1936 y las muertes de José Aira del Valle, vecino de Villafranca del Bierzo, y de Dositeo Fernández López, de la localidad lucense de Cervantes, engordan la lista de los crímenes cometidos en lo peor de la represión franquista en el Bierzo a comienzos de la Guerra Civil. Han tenido que pasar casi ochenta y seis años para empiecen a buscar sus restos con la intención de darles una sepultura digna.

Y será el Ayuntamiento de Ponferrada, a través de la asociación Sputnik Labrego que está elaborado un mapa de los ‘Lugares de la Memoria’ del municipio (también con la colaboración del Instituto de Estudios Bercianos) la que ampare a partir del 11 de julio los trabajos de búsqueda y exhumación de los restos, después de haber obtenido los permisos de la pedanía de Fuentesnuevas, titular del cementerio, y de la Comisión Técnica de la Memoria Democrática que depende de al Junta de Castilla y León.

Sospecha de más cuerpos

«No tenemos información de su filiación», decía ayer el historiador de Sputnik Labrego, por teléfono y en un alto de las investigaciónes que el grupo realiza en la montaña de los guerrilleros en Casaio (Orense). Alejandro Rodríguez, que no descarta, al tratarse de asesinatos cometidos en dos fechas distintas (sus partidas de defunción están registradas) que pueda haber más cuerpos en la misma zona que en 1936 estaba fuera del cementerio, pero desde la ampliación de los años sesenta quedó dentro del terreno del camposanto.

«Sospechamos que son dos grupos distintos de personas por eso, porque los asesinaron en fechas distintas», afirmaba ayer Rodríguez. «No podremos saber cuánta gente puede haber enterrada hasta que abran las fosas».

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