El primer inventario del patrimonio inmaterial del Bierzo

Los maios de Villafranca del Bierzo, que reciben a la primavera con cañaveiras. Las romerías, el volteo de campanas, con su propio lenguaje, la música y las danzas tradicionales. Y el vino, donde reina la Mencía. Y la gastronomía, tan rica en embutidos. Y los magostos, que desatan la lengua al calor de las castañas. Las tradiciones orales, las artes escénicas y los usos y ritos sociales, los saberes populares, las fiestas ancestrales que componen el patrimonio inmaterial del Bierzo, en ocasiones a punto de desaparecer, formarán parte de un inventario —el primero en la comarca de sus características— con el que el Instituto de Estudios Bercianos (IEB) quiere resguardar la cultura rural. Una subvención de 42.000 euros de la Junta de Castilla y León permitirá a la asociación, en colaboración con el centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned) y la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses, resolver «una asignatura pendiente» en el Bierzo.

«La única forma de proteger ese patrimonio y evitar que desaparezca es hacer inventarios que muestren su valor social, económico y que sirvan de base para la identificación de las medidas de salvaguardia», explicaba ayer en una nota la presidenta del IEB,, Patricia Pérez Bruzos..

Con la subvención, y en un plazo de seis meses, el IEB comenzará a inventariar los bienes inmateriales del patrimonio cultural de la Reserva de la Biosfera en una primera fase, para cumplir así con el compromiso adquirido en las primeras Jornadas de Patrimonio Cultural Inmaterial celebradas en octubre en Villafranca del Bierzo.

«Actualmente, aunque es un deber de las administraciones públicas, no existe un inventario oficial del patrimonio cultural inmaterial ni en el Bierzo, ni en la Comunidad Autónoma. Este proyecto tiene por objetivo realizar un inventario piloto del patrimonio cultural inmaterial presente en la Reserva, que contribuya a la realización posterior de un inventario más amplio a escala comarcal», añadió Pérez.

Se trata en todos los casos, de costumbres, usos y tradiciones que se transmiten mediante la práctica de generación en generación y que el fin de la cultura rural ha puesto en peligro. Ahora, el IEB aprovechará las nuevas tecnologías para protegerlo y difundirlo de otra forma.

«El compromiso es confeccionar este primer inventario y publicarlo a través de una plataforma digital, para la que se está adaptando una base de datos de la Uned (similar a la experiencia de la Tebaida berciana) con el fin de ajustarla a los requisitos internacionales para la confección de inventarios según la Convención de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, ratificada por España en 2006», explica el IEB.

Accesible desde la web del IEB

La base de datos en al que ya trabaja junto a la Uned será «interoperable» con otras bases de datos existentes y con el futuro Censo del Patrimonio Cultural de Castilla y León. El inventario será accesible al público a través de la web del IEB.

El proyecto incluye talleres como el que el pasado fin de semana formó en Vega de Espinareda al personal que recopilará datos y realizará el trabajo de campo y que sirvió para consensuar una primera lista de bienes y que contó con la asistencia del antropólogo Carlos Montes y el secretario del IEB y experto en las directrices de la Unesco, Fernando Brugman. Villafranca, Vega de Espinareda, Candín y Peranzanes acogerán nuevos talleres para recoger datos

El IEB también anunció que fortalecerá las relaciones entre instituciones públicas como la Junta, la Diputación y el Consejo del Bierzo, empresas privadas y asociaciones. «Necesitamos crear las alianzas estratégicas para que ese inventario no se quede en esos cuatro municipios», afirmó Pérez.