Los sindicatos bloquean la carga de palas de LM como medida de presión

El conflicto en LM dio ayer una nueva vuelta de tuerca con el bloqueo indefinido de la salida de las palas eólicas que se producen en la factoría berciana. La medida de presión, que se añade a la convocatoria de una manifestación para el próximo sábado 31 de julio, se produjo ayer a pocas de una nueva semana de negociaciones sobre el expediente de regulación de empleo para 393 trabajadores.

Representantes sindicales bloquearon desde primera hora la puerta de carga mientras en las inmediaciones eran casi una decena los camiones que esperaban aparcados para los envíos al puerto de Santander. La medida de presión se llevará a cabo de forma indefinida mientras continúe el conflicto, según anunció el portavoz del Comité de Empresa, Gabriel Garnelo. En el interior de la fábrica se seguirá trabajando con total normalidad y los piquetes también permitirán la entrada de material para que la producción no se detenga.

El bloqueo, que no se repetía desde el año 2011, cuando LM estuvo a punto de cerrar la planta ponferradina, quiere dar un mensaje «contundente» a la empresa ante el calendario de reuniones para hoy y mañana. Hoy, sobre cambios en las condiciones de trabajo, y mañana, para negociar los despidos.

Según las mismas fuentes sindicales, la empresa quiere que los trabajadores pasen a trabajar sólo de lunes a viernes y no como ahora, que tienen turnos de cuatro días de trabajo y dos de descanso que mantienen abiertas las instalaciones los siete días de la semana. El planteamiento de la multinacional, con el que no están de acuerdo los sindicatos, implica una reducción de costes ya que ahora por trabajar los fines de semana los trabajadores reciben un plus en sus nóminas. La tercera parte de la plantilla depende de que se trabaje todos los días de la semana.

Los sindicatos piensan que detrás del conflicto y del despido de más de la tercera parte de la plantilla —LM tiene ahora en su planta de Ponferrada un total de 1.066 trabajadores— se esconde la intención de deslocalizar la compañía hacia Valencia. En la negociación con LM, lo único que han arrancado los sindicatos es sustituir parte de los despidos por recolocaciones en fábricas de la firma en Francia y Castellón.

Además de la presión sindical, hoy martes está prevista una reunión del Comité de Empresa con el Grupo Parlamentario de Podemos en la que podría estar presente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aunque ayer a última hora no estaba confirmada su presencia.

El coordinador general de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, lanzó ayer un mensaje de apoyo a los trabajadores y oposición «frontal» a los planes de la empresa. Fernández destacó que desde su grupo político se va a trabajar «en todos los niveles y en todas las estancias» para intentar impedir los despidos y poder salvaguardar la totalidad de los puestos de trabajo. «La comarca del Bierzo es una comarca muy deprimida que ha sufrido ya el proceso de descarbonización y ahora, que las energías renovables están en auge, no puede permitirse esa destrucción de empleo», añadió. Podemos exige también la implicación directa del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

Esta semana se suceden los contactos para que los representantes de los trabajadores sean recibidos por otras fuerzas políticas y ministros del Gobierno. Mientras siguen las muestras de apoyo. El líder de Coalición por el Bierzo, Iván Alonso, mantuvo ayer una reunión con representantes sindicales. En un comunicado, recuerda que los terrenos son propiedad de la empresa después de ser adquiridos «a un precio simbólico, y con una importante subvención de cerca de 7 millones de euros».