Dos mil años de vía arrasados

La vía romana que unió Milán con León, primero como paso para la conquista del Noroeste y luego como conducto de salida del oro de Las Médulas, tiene (o tenía) en León los quince kilómetros mejor conservados de todo su trazado en la antigua Hispania. Se trata de un imponente firme de tierra y cantos rodados, de ocho metros cúbicos de relleno por un metro cúbico lineal, que se ha conservado durante más de dos mil años entre Calzadilla de los Hermanillos y Reliegos y conocen bien los peregrinos, al discurrir por ella el Camino de Santiago. La calzada romana ha pasado de una existencia de olvido a convertirse en el blanco de las agresiones y desde colectivos defensores de la caminería romana, como Carraquinea, se clama para evitar su destrucción definitiva. La asociación advierte de que la concentración parcelaria que se va a acometer en El Burgo Ranero, Santas Martas y Mansilla de las Mulas puede ser el mazazo definitivo para acabar «con una de las vías romanas mejor conservadas de Europa». Las obras del canal de los Payuelos han dado señales, a juicio de la asociación, de la falta de sensibilidad hacia este monumento lineal que es Bien de Interés por coincidir en este punto con el Camino de Santiago. Uno de los tramos más valiosos de la Vía 1 de Milán a León -denuncia Carraquinea- fue arrasado recientemente por las obras del tendido de las tuberías de riego. «Junto al antiguo apeadero de Villamarco (Santas Martas) se destruyó completamente un tramo de unos 50 metros que nunca había sido alterado y que estaba sin uso desde la construcción del ferrocarril en el siglo XIX», indica el escrito presentado en las delegaciones de Agricultura y Cultura de la Junta en León y cuya copia ha sido remitida además al presidente del Gobierno autonómico, Juan Vicente Herrera. Este punto era considerado por expertos como el ingeniero Isaac Moreno el lugar idóneo para desvelar las interioridades de la calzada mediante una sección, pero en modo alguno de la destrucción que se ha llevado a cabo. Hasta hace poco, los morrillos de este tramo estaban cubiertos de líquenes como señal inequívoca de la ausencia de rodaduras. Además, casi un kilómetro de vía romana ha sido transformado en camino moderno, con la construcción de un nuevo puente de hormigón sobre el arroyo de Valdearcos. El Ayuntamiento de El Burgo Ranero también ha reaccionado ante la amenaza y a finales de agosto acordó por unanimidad aprobar una moción del portavoz socialista, Gerásimo Vallejo, por la que se insta a la Junta a que visite las obras y vele por el patrimonio cultural. También se solicita de las autoridades competentes que «en lugar de destrozar el patrimonio nos ayuden a conservarlo y a convertirlo en un recurso para nuestros pueblos con inversiones del 1% cultural». El edil socialista no entiende que, como resultado de las grandes obras hidráulicas que se realizan en la zona, no se compense a los pueblos con inversiones en la conservación del patrimonio, del que la calzada romana es uno de los señeros.