Cosmética se pega su gran día de ‘Gloria’

Si a Cosmética le cabe una ópera en una idea rock, al estilo de las grandes experiencias del género en este sentido, lo de grabar ocho canciones en un día era un reto que les venía como anillo al dedo. Ahora, en este momento de impass, un documental titulado Un día de Gloria cuenta cómo fue un proceso de grabación de ocho inspiradas canciones en las que se sometieron al los máximos rigores del vértigo y el maratón. Pero se ve que cumplieron los horarios porque hasta tuvieron tiempo después de grabar de tomarse las cañas del tercer tiempo.

Alejandro Cartujo, experimentado batería en varios frentes, pasados y presentes, recuerda ese día de febrero en los Ruido Studio de Pablo Vega como un ciclón musical que pasó por sus cabezas y todo su cuerpo, «aunque también la clave fue que lo llevábamos bastante preparado y ensayado», aclara.

Eso sí, encontraron este flamante título, Gloria , en una marca de extintores mientras comían en el rato de descanso al mediodía, y se ve que a todos los gustó puesto que es lo que da nombre a canciones en las que hay desde indagación en géneros clásicos, referencias a grandes como David Bowie, hasta el rescate de lo bueno que se practicó en los años 90 y una de Golpes Bajos.

«Puede que haya algo de Artic Monkeys, de Franz Ferdinand...», intuye Cartujo, que es de los que siempre está a la caza de lo que se denomina «temazo», como forma de definir una canción que enganche. Una de esas que durante un tiempo sirve para romper la baraja de lo convencional.

Pero también hay el espíritu de hit en otros temas que se aproximan a lo grande de Belle & Sebastian, por advertir que también frecuentan terrenos del pop delicado y de calidad, e incluso cristalino, aunque la presencia de las guitarras eléctricas es nota dominante en Cosmética.

Y si se utilizan nombres de otros para definir lo que hace la banda, es simplemente porque el disco ha quedado en espera, y no porque no cuenten con lenguaje propio y una voz y composición que hace presagiar grandes noticias acerca de la banda y que si hubiera que apostar por su futuro sería el del momento dulce que les espera.

Junto a Alejandro Cartujo, por supuesto a la batería, componen Cosmética el guitarrista Arturo Criado y el bajista Juanma Carrera, habituales de la escena leonesa de las últimas décadas. Y el último, que no por orden, puesto que la banda aparenta total equilibrio, Miguel Cuervo, en parte la grata sorpresa de las últimas temporadas en León, puesto que como creador, guitarrista y cantante ofrece una singularidad de las que se convierten en la mejor noticia.

El tiempo dirá si este grupo que se corresponde a periodo de madurez encuentra en Gloria el mejor relato para traspasar fronteras. Porque, como señala el propio Cartujo, sin renunciar a los orígenes, «queremos hacer algo que nos sirva para salir, tocar fuera», afirma en el sentido de que hacen música para disfrutar pero también para vivir experiencias.

Y musicalmente se puede decir que tienen todas las posibilidades. Reminiscencias que no se han ido, que recuerdan a la exquisitez de The Smiths o a la rotundidad de David Bowie. Y como ellos apelan tal vez por generación a los años 90, ciertos ramalazos de aquellos The Strokes del primer disco en el que desde una idea sencilla alcanzaron temás históricos. En Gloria los hay. Incluyendo la virtud de que el sonido del disco se acerca a la idea del directo. Aunque por el talante de Cosmética, el local y el estudio son dos estaciones de ese viaje que conduce al escenario. Carne de directo son.