Centenario
Delibes en la Guerra Civil
El autor vallisoletano, del que se celebra el centenario de su nacimiento, narra en ‘Madera de héroe’, el impacto de la contienda en su generación y el heroísmo sinsentido
Jesús Julio Carnero, Eloísa Delibes, Joaquín Diaz y Conrado Iscar, en la inauguración de ‘Palabras y Cosas en la obra de Delibes’. N. G.
Aún no había cumplido los 16 años Miguel Delibes cuando estalló la Guerra Civil española, en la que dos años más tarde participaría a bordo del crucero Canarias , en la flota del bando sublevado, una vivencia que reflejaría muchas décadas después en su novela Madera de héroe , relato con tintes autobiográficos que refleja el sinsentido de la contienda y el impacto que ésta tuvo en los jóvenes y adolescentes de su generación.
El mismo año en que se inició la guerra, Delibes -cuyo centenario se conmemora este 2020- concluyó el Bachillerato en el Colegio Lourdes de Valladolid y comenzó estudios simultáneos en la Escuela de Comercio y en la de Artes y Oficios de la capital vallisoleana.
En 1938, ante su inminente movilización forzosa en la Infantería del bando nacional y a fin de evitar esta situación, se enroló como voluntario en la Armada, lo que lo llevó a servir en el Canarias tras un breve paso por el buque escuela Galatea .
Al acabar el conflicto bélico, regresó a la ciudad del Pisuerga para retomar sus estudios en la Escuela de Comercio, de la que acabaría siendo profesor.
Coincidencias en vida
El mismo año en que se inició la guerra, el escritor concluía sus estudios de Bachillerato en Valladolid
El número asignado a Delibes en la Armada -377A- es el mismo otorgado a Gervasio García de la Lastra, el protagonista de su novela, que de hecho tuvo por título original 377A, madera de héroe ’, aunque finalmente perdió el número para resultar más claro al lector.
Como el propio Delibes, García de la Lastra se embarcará en el Canarias tras un periodo de formación en un buque escuela durante la gorda , como se denomina en el libro a la Guerra Civil, procedente de una familia relacionada con lo marcial que desde muy niño guarda grandes expectativas sobre su futuro castrense.
Sobre esos mimbres, Delibes teje una historia que se queda en un concepto crítico de augurio de heroismo. El hecho de que cada vez que escucha música militar se ericen los pelos del cogote del muchacho, hacen augurar un destino de heroísmo para Gervasio, nieto de un veterano carlista y sobrino de un comandante de Caballería, pero hijo de un padre encarcelado al inicio del conflicto por su adhesión a la república.
La obsesión de sus familiares con las glorias a que ha de estar llamado el joven en la guerra recuerda a la que otros personajes de Delibes -bisabuelo, abuelo y padre de Pacífico Pérez en Las guerras de nuestros antepasados -, aunque en este caso lo rural cede el testigo a un ambiente urbano y aristocrático en el que se desenvuelve la familia de Gervasio.
Por desgracia para ellos, el devenir de la gorda , las pérdidas que experimentará de cerca el protagonista y sus relaciones a bordo del Canarias desvirtuarán esa llamada al heroísmo de Gervasio, dando un irónico sentido a aquel augurio de gloria que producía en la piel del muchacho la música militar. Madera de héroe fue publicada en octubre de 1987, el mismo mes en que Miguel Delibes cumplió 67 años, medio siglo después de aquella guerra en la que se vio inmerso en su juventud y superada ya la Transición a la democracia tras la dictadura.