El campus mima la viñeta

e. gancedo | león

¿Universidad y cómic juntos? No parecen dos mundos que vayan muy habitualmente de la mano, aunque el arte de la viñeta forme parte inexcusable de la tradición, la educación visual y el imaginario popular del mundo contemporáneo, y es una especie de prejuicio que dentro de un mes romperá la Universidad de León con Grafikalismos, serie de libros cuya edición corre a cargo, a partes iguales, del Servicio de Publicaciones de la ULE y de la editorial Eolas.

La idea partió de José Manuel Trabado, profesor de Teoría de la Literatura, quien recientemente se hizo cargo del citado servicio y que es un gran conocedor del mundo del cómic. «El asunto es que, a día de hoy, no existe ninguna colección de estudios surgida del mundo académico que se centre en el cómic y en formatos cercanos como la narración gráfica, la ilustración aplicada a la literatura... que ponga el foco en la capacidad narrativa de las imágenes, en definitiva», explica sobre una iniciativa que encontró soporte y alianza en el sello leonés Eolas que dirige Héctor Escobar. «Le pareció interesante y lo que hemos hecho ha sido sumar esfuerzos —recuerda Trabado—. Con esto intentamos también que el lector vea que la universidad no es algo desvinculado de lo que pasa en la calle, que no es un grupo de gente rara que hace cosas superespecializadas...». En este sentido, Grafikalismos quiere abrir brecha, aunar la seriedad y rigor de lo académico con la libertad y la frescura del universo del cómic, aportar una mirada tan heterodoxa como especializada sobre un arte «que también forma parte de nuestra tradición cultural», como defiende Trabado.

Porque en otros países como Francia, Bélgica o Estados Unidos esa herencia se analiza, mima y fomenta, «mientras que aquí aún no es así, a pesar de contar con autores excelentes y premiados al más alto nivel. A este respecto resulta significativo que la mayor parte de nuestros creadores no pueden vivir de su trabajo en España y deben hacerlo para editoriales extranjeras», como criticó el profesor de la ULE.

«Hasta el momento se han publicado títulos en torno al cómic —la precisión es importante, no son libros ‘de’ cómics sino ‘sobre’ los cómics— en diferentes editoriales, pero de forma continuada y a través de las prensas universitarias, todavía no», recalca Trabado. De hecho, el título que va a inaugurar la serie, Bernie Wrightson, la expresión del horror, del crítico y divulgador Jesús García Sierra, ‘Yexus’, apareció, en una edición más reducida, en la editorial Sins Entido, «que ahora hemos ampliado y actualizado».

En este libro, Yexus disecciona la obra de Bernie Wrightson, un autor estadounidense caracterizado, recordó Trabado, «por crear un tipo de cómic de terror repleto de imágenes muy plásticas, con la paradoja de que consigue causar una singular emoción estética a base de imágenes horribles». Con una muy cuidada maquetación y diseño a cargo del también escritor Alberto Rodríguez Torices, el libro aporta sorpresas como el «maravilloso Frankenstein» que en su día creó Wrightson, donde huye de las imágenes tópicas del monstruo (la cabeza cuadrada, los tornillos...) para otorgarle una apariencia y un temperamento muy personales y muy en consonancia con el texto original de Mary Shelley. «Una auténtica gozada», afirmó José Manuel Trabado.

Del cántabro Yexus, además, destacó «la frescura que aporta al explicarlo todo de manera panorámica pero a la vez con gran rigor. Al leerlo, te quedas con ganas de más. Muestra, pero también incita, sugiere que hay mucho más de lo que indica en el texto», glosó el profesor y responsable del servicio de publicaciones de la ULE.

El segundo libro estará firmado por la poeta, dramaturga y ensayista Ana Merino. «El registro es bastante diferente, se trata de un estudio muy profundo en el que aborda varios autores y temas como la identidad o el género en torno a un tipo de cómic muy contemporáneo», destacó el responsable de la colección.

José Manuel Trabado espera que la serie tenga continuidad porque «hay mucho que rescatar, mucho por hacer». «En este país es muy común admirar lo de fuera y olvidarnos de lo que tenemos dentro, y en ese sentido hay autores españoles de los años ochenta que fueron absolutamente trascendentales y vanguardistas, grandes dibujantes que después se quedaron parados, se tuvieron que dedicar a otras labores o se dirigieron al mercado extranjero». «Sería muy interesante recuperar críticamente, ahora que contamos con la necesaria perspectiva, a gente como Enric Sió, a Josep Maria Beà o a Carlos Giménez —ejemplifica—, a profesionales de aquel ‘boom’ del cómic de los años ochenta que trabajaron en todas aquellas revistas que hacían cosas tan, tan interesantes, trabajos por cierto que ahora mismo no son nada fáciles de encontrar... La gente ignora todo esto y es una pena, puesto que el cómic también forma parte de nuestra historia y nuestro patrimonio. De hecho, la cultura de la imagen, el hechizo de las mismas, está más cercana a nuestra sensibilidad actual que cualquier otra cosa».

Y en el ánimo de esta aventura se encuentra también, como apunta Trabado en su texto de presentación, «encontrar al lector especialista, mimar al fan... y sorprender al curioso».