Diario de León

El gran Botines que cuenta la historia de León siglo XX

Para muchos leoneses fue «el edificio que no nos gustó» Ahora, una visita guiada o teatral al edificio de Gaudí es un motivo de orgullo para toda la ciudad

El Museo conserva estancias que representan la vida de principios de siglo XX. PACHO RODRÍGUEZ

El Museo conserva estancias que representan la vida de principios de siglo XX. PACHO RODRÍGUEZ

León

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«Mucho más que sorprendido. Esperas algo de Gaudí, pero es mucho Gaudí lo que hay aquí». Lo dice un extremeño que junto a grupo de amigos realiza la visita guiada al Museo Casa Botines, gestionado por Fundos. Así, que pasen y déjense guiar.

Propone tanto Gaudí que no hace falta dejarse llevar por alucinaciones, no vaya a ser que se invente lo que no se existe. Lo que sí es seguro es que, aunque no se vea, Botines es un dragón. Se mire por donde se mire. Lo ven, aunque todavía no saben dónde, una niña de 10 años y su abuela de 85 mientras pasean por los rincones de Botines, el edificio también más Harry Potter de León. Hagan la prueba. Si no ven el dragón es que les falla la imaginación. Pero todo tiene remedio. Por ejemplo, la visita guiada antes comentada, de la mano de Desirée Clarés, una de las guías del equipo de atención al cliente de Botines. Es infalible.

Porque visitar Botines es un continuo juego de palabras, pero también conocer juego arquitectónico que propuso el catalán y que cuando se pone en marcha lo supera con creces. Por fuera y por dentro y por donde no se ve, otra vez, que es donde está todo.

Así, en ese no se ve hay mucho más de la explicación del fin real de determinados elementos. Por qué la disposición de ciertas ventanas, esos materiales, rincones, utilización de patios, escaleras, puertas... O sorpresas impagables como la historia del plano que Gaudí escondió y que fue hallado en 1951 dentro de la estatua de San Jorge.

Y es que el edificio en sí responde a estrategias para conseguir resultados de luz, ubicación, orientación, temperatura y funcionalidad para descubrir en la visita que fue un edificio muy vivido, como establecimiento, como viviendas, casi como una lanzadera para ese León creciente.

renovador

Esa es la gran aportación de Botines, no vaya a ser que en esta revisitación de Gaudí se le compare más con un ilusionista que con lo fue en realidad y con mayúsculas: el gran renovador e innovador de la arquitectura en España ante la incipiente sociedad burguesa y comercial de entonces. Hay un equipo en el Museo Casa Botines impulsado por Fundos que llevan ya tres años creyendo en el que, para los leoneses, fue «el edificio que no nos gustó». En ello están José María Viejo (director general de Fundos), o Noemí Martínez (directora de Botines). O César Varela y Cristina González como exponentes de un colectivo con espíritu coral.

paseo por la imaginación

Visitar Botines con todas las consecuencias, esto es entero, como en esta visita guiada que Clarés convierte en espectacular es aprender y fascinarse con estas ideas. La información fluye a la perfección y hay tanto que ver que merece la pena ir atento aunque la sensación a veces sea estar ante un auténtico paseo por la imaginación.

Así, la visita en profundidad de la Casa Botines es explicada por un guía especializado en Arte.

hora y veinte minutos

Esta experiencia tan recomendable tiene una duración aproximada de una hora y veinte minutos. Al comienzo de la visita, el guía le esperará en la taquilla situada en la entrada principal del edificio para acompañarle por la planta baja, donde le explicará la historia de la Casa Botines. A continuación subirán por la escalera principal, diseñada por Gaudí, hasta acceder a la primera planta donde le explicarán y verá detalladamente cómo era una vivienda en esa época. Después de este recorrido tendrá tiempo para interactuar en la parte interactiva Gaudí el arquitecto de los sueños .

el espectacular torreón de gaudí

En la tercera planta verá una colección de los Caprichos de Goya y cuadros de artistas como Sorolla o Ramón Casas, entre otros. El elemento diferenciador de esta visita está en el momento final donde visitará la bajocubierta y el torreón de Gaudí, desde el que verá parte de la ciudad de León desde diferentes perspectivas.

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