Halffter, un Quijote en la ‘corte’ alemana

Cristóbal Halffter se parece a los héroes de las grandes óperas wagnerianas. Su gesta es componer. Una labor callada y, en ocasiones, poco reconocida. Y lo hace en su residencia de Villafranca del Bierzo, donde madruga para escribir sus partituras con tinta china. La inspiración se ha transformado en tres obras en los últimos ocho años: Lázaro, Schachnovelle (La novela del ajedrez), basada en el texto que Stefan Zweig escribió poco antes de su suicidio, y Concierto para viola y orquesta, que se escuchará por primera vez el domingo en la Ópera de Kiel (Alemania). Todas inéditas en España —Lázaro se representó en el Palau de la Música de Valencia en versión concierto, bajo la batuta del propio Halffter—.

La novela de ajedrez, una crítica contra el nazismo y los métodos de la Gestapo, la incomunicación y el exilio forzado, experimentado por Zweig, quien jamás regresaría a su Austria natal, «tiene un solo de viola con cinco compases, y de ese solo he sacado todo el concierto», explica Halffter a propósito de la obra que estrena en cuatro días.

Concierto para viola y orquesta es un encargo de la Ópera de Kiel, donde el público dedicó diez minutos de aplausos a la última ópera del maestro Halffter, que a sus 85 años tiene la humildad del principiante.

El compositor nacido en Madrid y leonés de corazón aclara que ha tenido plena libertad para componer este concierto, al tiempo que destaca que «son los mecenas los que hacen posible la existencia de la cultura».

Las comparaciones entre España y Alemania son inevitables: «Aquí la cultura está por debajo del nivel que debería; y no digamos la música, que requiere preparación», afirma. Halffter lamenta la «desprotección» de la música en este país. «Si tienes un cuadro, lo puedes exhibir, pero un cuarteto de música no existe si no se toca». «En España el mecenazgo todavía no funciona, y es fundamental que exista». Aunque Halffter se considera «un privilegiado» y elude echar leña al fuego sobre la situación de la cultura en España. Resulta extraño que el Año Cervantes no esté programada su ópera Don Quijote, estrenada en el año 2000 en el Teatro Real de Madrid, bajo la dirección de Pedro Halffter, hijo del compositor. Con libreto de Andrés Amorós, Don Quijote, estructurada en un prólogo y seis escenas, no figura entre los grandes fastos para conmemorar el cuarto centenario de la muerte de Cervantes.

Halffter, autor de más de un centenar de obras, es un auténtico Quijote en la ‘corte’ alemana: aparte de los últimos estrenos en Kiel, compuso Doble concierto para violín, viola y orquesta, Concierto número 2 para violonchelo y orquesta, por encargo de la Orquesta de Baden-Baden para Rostropovich (1985); o Tres poemas de la lírica española, para barítono y orquesta (1985-86), por encargo de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Halffter parece estar en perfecta sintonía con el país germánico, donde desembarcó a los 6 años junto a sus padres huyendo de la Guerra Civil.

No sólo Alemania ha reconocido a uno de los grandes compositores contemporáneos, que es miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, sino que la Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras de París le hizo miembro, al igual que la Real Academia de Suecia.