Diario de León

ENTREVISTA AL DIRECTOR DEL MUSAC

Álvaro R. Fominaya: «Hemos tenido un incremento muy fuerte de visitantes»

Álvaro Rodríguez Fominaya, director del Musac, en la exposición de ‘Anda-Ven-Vuela’, de Menchu Lamas. FERNANDO OTERO

Álvaro Rodríguez Fominaya, director del Musac, en la exposición de ‘Anda-Ven-Vuela’, de Menchu Lamas. FERNANDO OTERO

León

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Álvaro Rodríguez Fominaya lleva un año al frente del Musac. Su estilo es que su presencia no sea un sello personal. Promete dar más visibilidad a la colección del Musac, más coproducciones con otros museos y adelanta que, de momento, ha conseguido un incremento «muy fuerte» de visitantes.

—Lleva ya un año como director del Musac, ¿cuál es el balance?

—Quería impulsar un cambio grande, ofrecer exposiciones y proyectos que contribuyeran a generar más diversidad y que la experiencia del visitante se potenciara. En eso hemos tenido éxito.

—Casi siempre el éxito de un museo se mide por la cifra de visitantes, ¿cuál es el resultado?

—Es cierto. Las cifras son importantes, pero los museos tenemos otros indicadores para valorar lo que hacemos, como la calidad de los proyectos o el impacto que generan. Los visitantes son importantes, pero hay que contextualizar. Hemos liderado a artistas como Isabel & Alfredo Aquilizan, Y.Z. Kami —que se mostrará en febrero en Venecia— o Teresa Burga, una artista de culto y una de las principales voces del movimiento pop en Latinoamérica. Me interesa que en todos los proyectos haya un campo de investigación. Vamos a sacar en breve una publicación sobre Burga con académicos fundamentales, que será un texto de referencia sobre la artista. Queremos que todos los proyectos lleguen al público, sean innovadores y sean proyectos de investigación. Trabajamos con comisarios de primera fila. En la casa hay mucho talento, pero también hemos contado con Steven Henry Madoff para la exposición de Y.Z. Kami o Chus Martínez, para la de Menchu Lamas.

—¿Cuántos visitantes ha tenido el museo este año?

—Las cifras las daremos en enero, pero ha sido un incremento muy fuerte y eso es reflejo del nivel de aceptación que han tenido las exposiciones.

—¿Qué vamos a ver en 2023 en el Musac?

—Vamos a tener una exposición comisariada por Gilberto González y Pablo León de la Barra, que es comisario en el Guggenheim de Nueva York, sobre la presencia del hormigón en el arte contemporáneo, con obras de artistas como Alexander Apóstol, Federico Assler, Josep Vilageliu, Federico Herrero, Rafa Munárriz, Pablo Accinelli... Son más de una veintena de artistas, algunos de Castilla y León, como Esther Gatón. Esta exposición es una coproducción entre el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) y el Musac.

—¿Qué más novedades habrá?

—Estamos en un año difícil, de crisis energética y de guerra en Ucrania. Vamos a programar con una gestión responsable. Hemos apostado por la eficiencia energética. Hemos hecho una licitación para cambiar la iluminación de una tecnología de focos a una de led y máxima preservación de las obras. Además, cumpliremos las indicaciones del gobierno sobre limitación de temperatura.

—¿Y desde el punto de vista artístico?

—Vamos a generar una programación donde la colección del museo tendrá prioridad. Vamos a mostrar obras propias que hace mucho tiempo no se enseñan.

—¿El presupuesto es suficiente?

—Tenemos para el próximo año 2,9 millones de euros, lo que supone un aumento de 600.000 euros, por lo que la calidad no se verá afectada. Vamos a apostar por proyectos que atraigan al panorama nacional.

—¿No habrá grandes nombres del arte contemporáneo que siempre atraen a mucho público?

—Se trata de equilibrar, queremos que haya artistas como Y.Z. Kami y otros, quizá menos conocidos, pero que el visitante tenga una experiencia positiva en la visita.

—¿El público leonés sigue siendo el principal ‘cliente’ del Musac?

—El público leonés supone alrededor del 20%. De fuera, la mayoría proceden de Madrid y Valladolid. También tenemos un 20% de extranjeros, que vienen haciendo el Camino de Santiago. Por eso, hemos hecho un esfuerzo para que el Musac vuelva a tener presencia en los soportes publicitarios de la ciudad. El Musac vuelve a estar en la ciudad y no solo en una élite.

—¿Cuál es el perfil del visitante del museo?

—Es una asignatura que tenemos pendiente. Conocemos el origen geográfico, pero no hemos hecho un perfil.

—¿Cuál es el ‘sello Fominaya’ en esta etapa del Musac?

—Mi intención es que mi presencia no sea un sello personal. No es lo mismo programar en el Musac o cuando lo he hecho en Córdoba, en el Guggenheim o en Hong Kong. He alejado la programación de mis gustos personales. Al final, las decisiones específicas se realicen en un marco de trabajo en equipo. Queremos recuperar a artistas de los 80 y 90 que han quedado fuera de las corrientes dominantes. También revisitar figuras históricas que desde los años 60 han aportado innovación, como Burga o Vostell.

—¿Ha perdido peso el Musac en el panorama nacional?

—Queremos recuperar el lugar de liderazgo nacional del museo. Un lugar que ha tenido por su historia y así debe continuar.

—¿Siguen teniendo una partida para adquisición de obras?

—Sí, tenemos una partida de 70.000 euros, que este año no hemos gastado, pendientes de la nueva Comisión de Adquisiciones.

—¿Entonces en 2023 tendrán 140.000 euros para comprar obras?

—Sí, efectivamente. Acumulamos la partida de este año.

—¿Cuándo se va a nombrar los miembros de la Comisión de Adquisiciones?

—La anterior caducó. Aunque esta comisión no está en los estatutos del museo, se constituye a propuesta del director y con la aprobación de la Fundación Siglo, con un máximo de cinco miembros, incluido el director.

—¿Cuál va a ser la política de compras?

—Queremos que las obras estén vinculadas a la historia del museo, que es una manera de enriquecerlo.

—¿El museo sigue sin conservador jefe?

—Sí. Lleva sin conservador jefe desde hace once años y no está previsto.

—¿No es fundamental en un museo?

—Hay personas que cuidan la colección y tenemos restaurador.

—¿Cuál es la plantilla actual del museo?

—Somos 25 personas con contrato. Además, hay empresas que prestan servicios para jardines, limpieza de cristales...

—¿En qué condiciones se encuentra el edificio?

—Llevamos a cabo una conservación anual. Es un edificio con mucho gasto energético, porque tiene paredes de cristal, pero cumple su función. Vamos a hacer mejoras en el almacén.

—El ‘Musac Off’ permitía mostrar fuera de León las obras del museo y darle visibilidad, ¿ya no se hace?

—El Musac Off es un programa permanente, pero intermitente. Actualmente, llevarlo fuera de Castilla y León es cada vez más difícil, porque ya no hay ayudas del Ministerio de Asuntos Exteriores.

—Pero el Musac sigue prestando obras a otros museos...

—Es casi más importante que el Musac Off. Prestamos obras a los museos más importantes, al Reino Unido, al IVAM, a la Bienal Manifesta o al Reina Sofía, donde la exposición que dedicó a Néstor Sanmiguel, gran parte de la obra se la cedió el Musac.

—En el Observatorio de la Cultura, el Musac tan pronto ha estado en lugares destacados como en los últimos puestos...

—Nosotros esos vaivenes los cogemos con pinzas. Es cierto que la encuesta la realizan 500 agentes culturales, pero no son solo de arte; igual hablamos de diez personas con voto en Castilla y León. No trabajamos para ese baremo, que está hecho por una fundación privada.

—¿Qué importancia le da el Musac a los artistas leoneses?

—Es un museo de Castilla y León y, por tanto, hablamos de artistas de Castilla y León. Trabajamos para que estén representados y también en las adquisiciones de obras. Además, contamos con ellos para talleres, performances, exposiciones... Incluiremos a artistas de Castilla y León el año que viene en la presentación de la colección. El museo no puede ser solo local, porque perdería relevancia.

—¿Se van a mantener las dos temporadas expositivas cada año?

—Queremos que la colección esté siempre presente. No podemos tener la colección bajo llave.

—¿Hay muchas obras de la colección que no se han visto nunca?

—No tantas. Creo que no suponen ni el uno por ciento. En total, habrá entre diez o quince obras de la colección que no se han mostrado.

—¿Qué proyecto le gustaría tener sin tener en cuenta las limitaciones presupuestarias?

—Vamos a tener los artistas que deben estar en el Musac. Hay una realidad presupuestaria y transportar obras desde Estados Unidos se vuelve muy complejo. Por eso, es importante generar redes en Europa. De hecho, es algo que todos los museos estamos repensando. La coproducción es la clave, y ello obliga a trabajar con mucha antelación, con tres o cuatro años de anticipación.

—La cifra máxima de visitantes que llegó a tener el Musac fueron 150.000. ¿Volverá a recuperar esa cifra en algún momento?

—Hay que tener en cuenta el nivel presupuestario de aquel momento. No hay que obsesionarse. Lo importante es que el museo tenga una trayectoria ascendente.

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