Patrimonio
Marialba recibe 1,3 millones del ministerio para el museo
El dinero permitirá restaurar las ruinas arqueológicas y su musealización. El cerramiento del nuevo edificio está listo para ser colocado esta misma semana
Muro del museo que se está construyendo para proteger los restos de la basílica paleocristiana de Marialba de la Ribera.
La basílica de Marialba de la Ribera acaba de recibir 1.300.000 euros. Esta cuantía procede del 1,5 por ciento cultural, que el alcalde de Villaturiel, Valentín Martínez, solicitó al Ministerio de Cultura en septiembre y finalmente le han concedido. Las obras del museo, que comenzó a construirse en otoño para proteger unos restos únicos en España, no han parado, aunque sufrieron un retraso inicial de dos meses. Esta semana, según el alcalde y si la cuarentena por el coronavirus lo permite, tienen previsto el montaje de las estructuras de hierro del cerramiento, encargadas a dos talleres de la provincia.
Los trabajos actuales forman parte de la primera fase, con un presupuesto de 465.000 euros, que comprende la construcción de una ‘etérea’ estructura diseñada por el arquitecto Melquíades Ranilla —autor también del Plan Director de las Murallas de León— para proteger la basílica paleocristiana más antigua de Europa junto a la de San Juan de Letrán de Roma, ambas del siglo IV. La nueva inyección económica del ministerio permitirá ejecutar la segunda fase, que incluye restaurar las ruinas y su musealización, así como la exhibición de objetos aparecidos en las distintas campañas de excavaciones. La convocatoria para adjudicar las obras de esta segunda fase, como todos los trámites administrativos, ha sido aplazada hasta que se levante el estado de alarma.
El nuevo museo, en tonos tierra —en sincronía con el paisaje—, lo sufraga el Ayuntamiento de Villaturiel, un municipio de solo 1.947 habitantes, que aporta 159.917 euros, el 35 por ciento del coste de un edificio absolutamente innovador en la provincia; el resto lo financia la Diputación. La Junta, como ha critico el alcalde, «ni está ni se la espera».
La adjudicación de las obras está aplazada, como consecuencia del estado de alarma
El museo, de dos plantas y 1.856 metros cuadrados, ha sido concebido como ‘una piel’ protectora para los restos excavados por primera vez en 1968 por Helmut Schlunk y Theodor Hauschild, del Instituto Arqueológico Alemán, un yacimiento que sigue dando quebraderos de cabeza a historiadores y arqueólogos De formas simples, para integrarse en el paisaje, la construcción tienen una plena accesibilidad, a través de suaves rampas. Pero lo que verdaderamente define al museo es la luz natural, gracias a un techo de lucernarios.
De día el edificio se hace más opaco «y es desde el interior donde el espectador se asoma al paisaje a través de la piel de sus cerramientos y del mirador situado al norte. De noche, la iluminación interior convertirá los paramentos en una membrana casi transparente», según Ranilla.
Realizado en hormigón y chapa de acero perforado, deja pasar el aire y mantiene unas condiciones estables de temperatura y humedad. Las plataformas interiores permitirán contemplar los restos de la basílica desde distintas perspectivas. El museo albergará cinco vestíbulos, dos salas polivalentes, almacenes y una tienda-museo.
Los restos ‘encerrados’ ya en el nuevo edificio. RAMIRO