Control de las transiciones
De todos los partidos presenciados, el de ayer fue el que la Cultural consiguió dominar en ambas direcciones la velocidad y el control necesario para atacar y defender las transiciones. No es cosa menor, ni mucho menos ser capaz de ejercer superioridad en este concepto. Al ser acciones tras recuperar o después de perder el balón tienen una parte de improvisación debido al factor de espacio y tiempo.
Justamente una de las carencias de los leoneses en fechas iniciales. Eran numerosas las acciones de peligro que los rivales ejercían cuando robaban la pelota. Ayer salvo en una ocasión al final en la que Mario Ortiz recuperaba y Charles finalizaba siendo su balón desviado a córner, hubo un gran control de este tipo de acciones. Primero gracias a las eficientes ejecuciones de presión tras pérdida sobre todo de Obolskii, Percán y Solís, y también a las buenas temporizaciones y repliegues de la línea defensiva cuando dicha presión era superada por el rival en zona avanzada.
Con balón llamó la atención la demanda de ritmo alto de juego que los leoneses propusieron desde el inicio, con numerosos ataques a pocos toques para finalizar rápido acciones ofensivas. Fijándonos en la acción previa a la falta anotada por Alarcón, observamos una jugada combinada muy similar a la que se suele realizar en entrenamientos. Balón dentro para Obolskii que descargó de cara, para seguidamente irse directo al área a buscar zona de remate ante la entrada exterior de Joel desde el exterior. Churre, que quiso evitar el desmarque del ruso, le derribó para convertir en un gran gol posterior de libre directo.
En cuanto a los estructural, los leoneses hicieron una pequeña variante con respecto a su esquema habitual. Solís se situaba por detrás del delantero tanto en fase ofensiva como defensiva, y daba una altura más al equipo dejando por detrás a Kevin y a Tarsi. Con ello el equipo estuvo en la mayor parte de fases de juego en una organización 1-4-2-3-1, en la que volvimos a ver mucha participación y juego exterior con superioridades extremo-lateral, consiguiendo finalizaciones directas o por medio de centros laterales. Joel y Muguruza participaron mucho en acciones ofensivas llegando siempre sobre espacios, dando así poco margen al Pontevedra para hacer daño si recuperaban.