Diario de León

BALONMANO | LIGA ASOBAL

Ridículo histórico del Ademar ante el colista (43-32)

El Cisne saca las vergüenzas de un conjunto leonés que necesita cuanto antes un cambio de rumbo

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Pablo Rioja /á. o.
León

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De mal en peor. Hace tiempo que el Abanca Ademar perdió el rumbo de la regularidad, de una fiabilidad defensiva que o no saben o no quieren solucionar, pero hoy rozó el ridículo frente al colista (43-32) dando serios síntomas de que ahora mismo no hay equipo —ni dirección deportiva— capaz de frenar la sangría. Y no es tanto la derrota contra un Cisne superlativo, sino el modo en que se produjo, sin que los leoneses diesen el más mínimo síntoma de poder si quiera competir un encuentro para olvidar, o mejor, para repasarlo en bucle una y otra vez durante la semana.

Que el Ademar carece de especialistas defensivos es un hecho desde hace ya dos temporadas. La apuesta por los veteranos ha sido acertada este curso —sobre todo el regreso de Juan Castro— pero la ausencia de fichajes defensivos explica, casi en su totalidad, por qué los de Cadenas no pueden pelear los puestos europeos. Como el propio entrenador dijo, «ahora mismo el juego del Ademar está más cerca de los equipos de media tabla que de los de zona alta». El problema es que no parece que haya una solución a corto plazo. Y eso es tirar otra campaña a la basura. 

En cuanto al partido de ayer arrancó con los dos sietes muy acertados en los metros finales y los visitantes llevando la iniciativa en el luminoso con dos tantos de Juan Castro (2-2 en el minuto 2), hasta que una pérdida de Boskos provocó la remontada de los locales. Pero para entonces todo seguía muy igualado y la diferencia mínima se mantuvo tras una nueva igualada del propio jugador griego desde los siete metros. La dinámica de un marcador tan abultado comenzó a variar a partir del minuto cinco, en gran medida por los errores leoneses en forma de pérdida pero especialmente por las grandes actuaciones del portero local Roney Bengivenga, que hizo tres paradas consecutivas provocando que los suyos tomaron una renta de dos goles gracias a los goles de su pivote Dedu Calin (5-3 en el 7). 

Poco más tarde entraron en juego los postes, uno en cada portería, pero también una buena defensa ademarista que trajo consigo ataques más limpios y una primera parada de Saeid Barkhordari que llevó a una nueva igualada en electrónico rodando el minuto diez de la primera mitad (6-6).

Cuando los cisneístas atravesaban por su momento más delicado apareció un efectivo Gualther de Pinta para seguir llevando la iniciativa, y eso más una primera exclusión a Santista y otra más antes de que trascurrieran los dos minutos para Castro, removieron a un Manolo Cadenas que agotó su primer tiempo muerto. De vuelta a pista, atacando sin portero y sólo cinco efectivos, el Ademar consiguió sacar una exclusión al local Cavalcanti, lo que alivió la situación; pero en ataque Boskos se encontró con el portero y los locales marcaron desde los siete metros aumentando la renta y llenando de nervios a un conjunto leonés que de seguido sería de nuevo castigado tras otro error (máxima con el 12-8 en el 6). Ante tal panorama, sin dinamita en lo ofensivo y con Castro dolido en el banquillo, el equipo pontevedrés jugaba crecido llevando también el caos a la defensa ademarista. Así poco más tarde y en pleno desorden, Castro veía la segunda exclusión, Manolo Cadenas una amarilla y un excelente Chan hacía el 15-9 desde los siete metros, por lo que el míster leonés volvía a parar el juego cuando todavía quedaban diez minutos del primer periodo. 

Juan Castro, muy tocado

De vuelta al juego el Ademar siguió negado cara a puerta, pues un desafortunado Antonio Martínez era relevado por Zapico, y muy endeble atrás siendo presa fácil para un gran Calin. Pero entonces Virbauskas volvió a marcar confirmando ser el hombre más en forma y además Darío Sanz también aportó, lo que llevó a Javier Márquez a parar el choque (17-13 en el 24). De ahí al descanso el local Bengivenga volvió a parar mucho, Tiago Mota fue excluído y a Castro se le vio jugar claramente tocado, pero el Ademar lo fió todo a Virbauskas y no salió peor parado. Al paso por los vestuarios 19-15.

La segunda parte comenzó con protagonismo de las dos porterías y Bengivenga parándole un siete metros a Castro. Muy mala noticia, porque aunque Saeid también paraba, el local Carlos Álvarez complementaba perfecto a Chan para colocar un preocupante 24-17 al filo del minuto diez. Ahora contra las cuerdas, el Ademar tiró de orgullo y pese a los evidentes problemas físicos de Castro, a los que se unió un Darío Sanz vendándose el tobillo, el equipo recuperó con un parcial de 0-2. Pero las dificultades eran muchas, Bengivenga le paraba a un precipitado Mota desde campo contrario y el +7 a favor del  Cisne volvía a subir al electrónico por mucho que el propio Mota se echara al equipo a su espalda. Así, en pleno desconcierto y tras otra pérdida, el triunfo se ponía imposible a falta de un cuarto de hora para la conclusión (30-22).

El Ademar bajó los brazos

Y así pareció entenderlo un Ademar que todavía se vino más abajo concediendo siempre en los uno para uno, algo que ante el máximo goleador de la Asobal esta temporada, Álex Chan, resultaba un suicidio (33-24 en el 18 y tiempo muerto de Cadenas). Fuera de la pelea por el resultado de ahí a la conclusión el duelo sería un sufrimiento para los leoneses, pues incluso tuvieron que protegerse para no salir severamente goleados de Pontevedra. Pero no siempre pudieron y aunque los locales tampoco quisieron hacer sangre al final el Ademar terminaría encajando una pila de goles (43-32). 

 

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