Diario de León

Para no perdérselo

Astorga abre las puertas

Su legado patrimonial trasciende al tiempo y al espacio. Y se ha convertido en una seña de identidad a la vez que atractiva para el visitante. Pero el reto de la ciudad bimilenaria va más allá. Pasa por conseguir que sus hermanas de Maragatería (Santiago Millas, Santa Colomba de Somoza, Val de San Lorenzo, Lucillo y Luyego) y La Sequeda (Valderrey) puedan formar con ella un conjunto turístico que abra aún más las puertas a una difusión que es también sinónimo de próspero futuro

León

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Astorga ha ejercido durante siglos como punto de encuentro, tanto cultural como social o administrativo. Un cometido que la bimilenaria ciudad no ha olvidado nunca. Y menos con sus ‘hermanas’, las poblaciones que alrededor de la urbe también cuentan con un poso histórico y patrimonial relevante. Maragatería o La Sequeda, a unos pocos kilómetros, ejercen junto a Astorga un foco de atracción al que la Astúrica Augusra da vida, pero también se nutre. El pasado, el presente y sin duda el futuro van unidos en una familia que sin duda alguna pretende ser cada vez más fuerte en el tiempo y ofrecer, en este caso a vecinos y visitantes, la posibilidad de disfrutar de un legado de siglos del que pocos lugares pueden presumir.

Como cabecera Astorga es consciente que juntos ese reto puede lucir más fuerte para cada uno de los miles de visitantes que cada año transitan por su territorio y para aquellos que otean la posibilidad de hacerlo. Dentro en muchos casos del propio Camino de Santiago o lindando con él, el faro astorgano luce con sus hermanas Val de San Lorenzo, Santa Colomba de Somoza, Santiago Millas, Lucillo, Luyego y Valderrey.

Y a eso se ha encomendado con una propuesta que precisamente hace unas fechas nacía de la mano del Consistorio destinada a promocionar esos municipios ‘hermanos’ con el fin de que el visitante pueda ampliar su estancia y conocimientos de una tierra rica en todos los aspectos.

Palacio Episcopal, Catedral, Museo Romano o Museo del Chocolate en cuanto a riqueza patrimonial o el cocido maragato en el apartado gastronómico son algunas de las excelencias de la localidad que puede presumir de contar con otras pedanías como Castrillo de los Polvazares con su empedrado, Murias de Rechivaldo, Santa Catalina de Somoza o Valdeviejas en las que las tradiciones y el legado de siglos cuentan con un apartado destacado. Son una parte de un joyero que en los vecinos municipios tiene a un buen número de diamantes. Muchos descubiertos y otros que junto a Astorga pueden alcanzar una necesaria dimensión.

En ese legado que los habitantes han logrado mantener a pesar de los avatares de los años se encuentra el textil. Y ahí Val de San Lorenzo se ha convertido en todo un referente con La Comunal y el Centro de Interpretación textil como uno de sus grandes argumentos. La riqueza patrimonial y paisajística también puede encontrarse en las otras dos localidades del municipio como Lagunas de Somoza y Val de San Román.

Santiago Millas también puede dar buena cuenta de enormes atractivos que se complementan entre la arquitectura empezando por la Casa del Maragato Cordero, todo un personaje que hizo fama y fortuna en la capital de España, Morales del Arcediano, Oteruelo, Piedralba y Valdespino de Somoza con la ermita de Nuestra Señora de las Nieves como principal reclamo se presentan como localidades abiertas al turista, acogedoras y en las que este puede disfrutar de unas horas enriquecedoras, conociendo además una cultura, enmarcada en parte en la arriería, que tan rica cultura ha reportado a esta zona, tanto interior como a la hora de abrirse caminos a cientos de kilómetros.

En plana Maragatería otro municipio en pleno camino de Santiago como Santa Colomba de Somoza, también ofrece destellos más que importantes para dotar de atractivo al caminante, en muchos casos jacobeo pero también el que por interés cultural desea adentrarse en su espacio. Nada menos que 16 localidades (dos más como Labor de Rey y Manjarín despobladas) ofrece de atractivo, empezando por la cabecera Santa Colomba con su ancestral puente sobre el río Turienzo o las casas maragatas que en gran número se mantienen erguidas con el paso de los siglos con la piedra como sustento. Precisamente el río da nombre a otra localidad destacada dentro del municipio como Turienzo de los Caballeros donde majestuoso y restaurado luce el Torreón de los Osorio, propiedad de los Marqueses de Astorga. Andiñuela, Argañoso, el alto de Foncebadón con su Cruz de Ferro (emblema de la Ruta Jacobea), La Maluenga, Murias de Pedredo, Rabanal del Camino (otra población significativa), Santa Marina de Somoza, Tabladillo, Valdemanzanas, Viforcos y Villar de Ciervos completan el mapa de este amplio municipio.

También con una amplia extensión luce Lucillo, con algunas de sus pedanías pegadas al Monte Teleno. Boisán, Chana de Somoza, Filiel, Molinaferrera, Busnadiego, Piedras Albas y Pobladura de la Sierra luce su historia que tiene fiel reflejo en los petroglifos de Peña Fadiel catalogados como unos de los más antiguos del mundo.

Luyego también posee un especial atractivo en plena Maragatería. Y un significado especial con tradiciones como la Romería de la Virgen de los Remedios en octubre. Una cita única y de amplia concurrencia en los aledaños de su coqueta y reluciente ermita. Priaranza de la Valduerna, Quintanilla de Somoza, Tabuyo del Monte, Villalibre de Somoza y Villar de Golfer conforman el resto del territorio administrativo de un municipio tan relevante en la comarca.

Y de la Maragatería a La Sequeda, otra comarca hermanada y vinculada a Astorga con lazos históricos. Con la cabecera de municipio en Valderrey, hasta ocho localidades más conforman su atractivo patrimonial y cultural en el que el Puente de Valimbre aparece como una de sus joyas. Barrientos, Bustos, Castrillo de las Piedras (lugar en el que el poeta Leopoldo Panero vivió y compuso algunas de sus mejores composiciones), Carral, Cuevas, Curillas, Matanzas y Tejados dan vida a este municipio que junto al resto de maragatos y la propia Astorga unen fuerzas para que su atractivo sea más conocido y asequible.

 

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