La actividad industrial española creció en julio a su mayor ritmo desde 2018
La economía está en un punto en que datos terribles -los del periodo del confinamiento- coinciden con la publicación de otros que indican la recuperación asociada a la vuelta a la actividad. Ayer se asistió a uno de los segundos.
El sector industrial español regresó al crecimiento en julio, según el instituto IHS Markit. El indicador de actividad manufacturera PMI que elabora esa firma se situó el mes pasado en los 53,5 puntos, por encima de los 50 que marcan la frontera entre la expansión y la contracción económica, y sobre los 49 puntos de junio. La última lectura del índice, de hecho, recogió el ritmo más elevado de expansión desde 2018.
El dato marcó mínimos en abril, en los 30,8 puntos. Y llevaba bajo los 50 desde febrero. El último avance se debió, según Paul Smith, economista de IHS Markit, a que «la progresiva reapertura de la economía ayudó a respaldar un aumento de la demanda y a impulsar el incremento de pedidos procedentes de fuentes nacionales e internacionales».
PROBLEMAS EN MATERIAS PRIMAS
Los nuevos pedidos, las compras y la producción, componentes del PMI, aumentaron. Y la demanda fue mayor tanto en el mercado nacional como en el internacional. Pero sigue habiendo notas negativas, como los retrasos en el suministro de materias primas y de productos semielaborados.
Aunque destaca la que tiene que ver con el empleo, que retrocedió en la industria en julio por decimoquinto mes consecutivo, ya que las empresas siguen operando muy por debajo de sus capacidades y la confianza respecto al futuro sigue siendo moderada. Smith sintetiza la percepción sobre el futuro afirmando que los fabricantes son «generalmente cautelosos en su opinión sobre cómo se presentará el resto del año y el primer semestre de 2021»; «muchos esperan una recuperación constante, pero con notables riesgos a la baja, dado el claro potencial de un resurgimiento de la covid-19 y el impacto negativo asociado en la actividad económica en general».
En la zona euro, la industria volvió al crecimiento, con el indicador PMI situado en 51,8 puntos (España marcó, de hecho, el nivel más alto de todos los países con información).