La contrarreforma laboral vuelve a la agenda del Gobierno un año después
Una vez que se ha cerrado ya un acuerdo sobre la ley de los ‘riders’, Gobierno y agentes sociales comenzarán la próxima semana una negociación que puede ser todavía mucho más complicada: la derogación de la reforma laboral, aunque ahora desde el Ministerio de Trabajo no se utiliza ya esta palabra y se habla de la «modernización del mercado de trabajo».
El objetivo de la ministra del ramo, Yolanda Díaz, es que la contrarreforma laboral —que cabe recordar es uno de los compromisos del Gobierno de coalición— se convierta en el noveno acuerdo social de la legislatura. Representantes del Ejecutivo, sindicatos y patronal volverán a reunirse el próximo miércoles, 17 de marzo, para abordar uno de los temas más espinosos, más de un año después de que la pandemia paralizara una negociación que tenían «ya muy avanzada», según anunció ayer la diputada gallega. «Empieza una gran tarea de transformación y modernización del mercado de trabajo de España», precisó Díaz, que en todo momento evitó hablar de «derogación de la reforma laboral», un término que sí utilizaba frecuentemente un año atrás y es motivo de fricción tanto con compañeros de Gobierno como la ministra de Economía, Nadia Calviño, o el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, como con la patronal, que alaba la norma aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Díaz avanzó que van a incluir en esta mesa de negociación «muchísimas más materias» de las que tenían encima antes de la pandemia, como son todo lo referente a la contratación laboral y la temporalidad. El Ejecutivo pretende reducir a tres los números de contratos, causalizar la temporalidad, imponer sanciones más duras para acabar con este problema endémico del mercado laboral español o diseñar un esquema permanente para los Erte, tal y como remitió a Europa. «Unas están muy avanzadas pero otras empezamos de cero», precisó. Y recordó que los temas que ya se habían abordado eran los relativos a la negociación colectiva, como la ultraactividad, las cláusulas de descuelgue o la prioridad de los convenios, y la limitación de la subcontratación.