Sobre lo intolerable

No fue la que acaba de terminar una buena semana para el colectivo sanitario y las autoridades de la materia, y no sólo por la preocupante incidencia del coronavirus. Las agresiones a los profesionales tuvieron su más triste manifestación en el centro de salud del municipio vallisoletano de Renedo, donde un enfermero y un médico de guardia fueron insultados y amenazados con una barra metálica por varios pacientes que estaban pendientes de la realización de una prueba PCR y que se quejaron porque los profesionales tuvieron que salir del recinto sanitario por una urgencia a domicilio. Por supuesto, es absolutamente intolerable no sólo la amenaza y la agresión, sino que se dude de la profesionalidad y voluntad de aquellos por cuya entrega estuvimos aplaudiendo todos los días durante varias semanas, porque se dejaron literalmente la vida —tenemos en la memoria un ejemplo paradigmático— para proteger a toda la sociedad en la crisis del coronavirus. Porque además de las consecuencias físicas estas situaciones generan ansiedad y una norme angustia entre esos profesionales.