Ningún ayuntamiento del Bierzo y solo tres empresas tienen planes de igualdad

El feminismo volvió a la calle en Ponferrada y lo hizo dividido en varios actos diferentes. Por eso se deshizo la multitud propia de los años previos a la pandemia. Aún así, el morado tiñó el centro de la ciudad desde las 11.00 de la mañana, cuando los sindicatos UGT y CC OO habían convocado una concentración a las puertas de sus sedes. Allí se leyó el primer manifiesto, haciendo hincapié en la falta de planes de igualdad. Ningún ayuntamiento del Bierzo lo tiene y de las 36 empresas con más de 50 trabajadores que hay en la comarca, solo tres han hecho los deberes, obligados por ley desde este mismo mes.

La Fundación Santa Bárbara, Ambubierzo y Autoescuelas Unión son las únicas que han aprobado ya sus planes de igualdad. En ello trabajan otras siete más, principalmente de los sectores del metal y la agroalimentación. Pero queda mucho por hacer. «El porcentaje de empresas obligadas a tener un plan de igualdad que han cumplido con esa obligación no alcanza el 5%», se lamentaron las responsables de Igualdad de ambos sindicatos, que subrayaron especialmente el caso de la pizarra y el de las empresas dedicadas al cuidado de personas mayores. En estas últimas, prácticamente el cien por cien de sus plantillas son mujeres.

La igualdad salarial fue una de las demandas más repetidas, tanto en la concentración promovida por los sindicatos como en la manifestación que convocó el colectivo Feministas Bercianas y que partió a las 12.00 horas de la plaza de Lazúrtegui. Llegó hasta el Ayuntamiento, donde se leyó otro manifiesto.

Ha habido avances en materia laboral pero queda mucho camino que andar. «La brecha salarial de género es del 24%» y «la maternidad penaliza a las mujeres, ya que tras el primer año de maternidad el salario femenino se recorta un 11%, mientras que el de los hombres no sufre cambios», fueron algunos de los mensajes lanzados por las principales organizaciones sindicales, que tampoco olvidaron que los complementos salariales son «la brecha oculta».

«Hasta que la vida y el cuerpo de las mujeres no tenga el mismo peso y la misma importancia que tienen el cuerpo y la vida de los hombres vamos a seguir estando en las calles todos los días que sean necesarios», aseguró la presidenta de Feministas Bercianas, Noelia Fernández, que en un momento como el actual no se quiso olvidar de las mujeres que viven en guerra. Ucranianas, sí, pero también afganas, sirias o palestinas. «El contexto de guerra precariza todavía más, si cabe, nuestra situación. Sabemos que, en estos contextos, el cuerpo de las mujeres siempre es uno de los primeros territorios a conquistar», denunció Fernández.

Para Feministas Bercianas, el 8M no es un día festivo, sino el día de dar voz y poner cara a la realidad. «Estamos reivindicando los derechos de todas y cada una de las mujeres precarizadas, explotadas, asesinadas, violadas, madres que están sacando a sus hijos adelante solas, en una situación de absoluta precariedad laboral», dijo la presidenta de Mujeres Feministas, que también denunció que la pandemia ha debilitado todavía más la situación de la mujer. «La pobreza tiene nombre de mujer», se lamentó.

Además de estos dos actos, el sindicato CGT celebró el suyo propio y la Plataforma Contra las Violencias Machista del Bierzo y Laciana convocó otra concentración a última hora de la tarde en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. También los alumnos del Campus Universitario se sumaron a la conmemoración con una performance (abrazo simbólico) en la que tampoco se olvidaron de Ucrania.