Diario de León

INNOVADORES

El espacio democratizado

RADIAN SYSTEMS. David Criado y Laura González desarrollan un software basado en una aplicación web orientado al análisis térmico de los nanosatélites, que reduce la operación y el coste de este nuevo y creciente mercado.

Laura González y David Criado se adentran en el universo de las soluciones para nanosatélites.

Laura González y David Criado se adentran en el universo de las soluciones para nanosatélites.

León

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Hacer el espacio «más accesible» , alejándose de la idea de que «es algo tremendamente complicado, que sólo pueden pagar la Nasa o algunos gobiernos. Porque no siempre es así. En las universidades hay gente haciendo satélites, o empresas como la nuestra que se dedican a ofrecer servicios y soluciones espaciales a precios y con tecnologías más asequibles. Queremos acercar un poco el espacio a la Tierra».

Es el sueño con el que nace Radian Systems, el proyecto de dos jóvenes emprendedores apasionados por el espacio e investigadores reconocidos en Ingeniería Aeroespacial. Ella, Laura González, leonesa; él, David Criado, asturiano descendiente de leonesa. Constituida el pasado 4 de julio, ha recibido ya dos premios de emprendimiento: como una de las mejores ideas de negocio en ActúaUPM, de la Universidad Politécnica de Madrid; y mejor plan de negocio en StartUPV, de la Universidad Politécnica de Valencia.

El segmento de los nanosatélites moverá un volumen de negocio de 2.600 millones de euros en los próximos cinco ejercicios.  DL

«En este momento estamos trabajando con cuatro misiones espaciales como casos de estudio, que ya están utilizando nuestro software desde Australia y Grecia hasta en Tenerife. Y también estamos en conversaciones con la Agencia Espacial Europea, y otras empresas del sector». Aunque «sin duda, de lo que más orgullosos nos sentimos es de que en sólo unos meses el primer nanosatélite con tecnología Radian se lanzará al espacio». Sería el pico satélite FossaSat-1, que se lanzará en octubre.

La idea de negocio surgió a raíz de una asignatura del Máster en Sistemas Espaciales, que trataba sobre la transferencia de calor y control térmico. «Nos dimos cuenta de que existía una necesidad, un nuevo segmento que está surgiendo en el sector espacial, el de los pequeños satélites. Necesitan herramientas adecuadas». En el sector tradicional un satélite medio cuesta cientos de millones de euros, mientras que un nanosatélite tiene un coste medio de un millón de euros. «Las herramientas que existían para predecir y calcular las temperaturas que alcanzan estos satélites una vez en órbita no sólo son muy costosas, sino que son manuales y requieren un largo trabajo por parte de ingenieros. Todas esas funciones podrían ser optimizadas y automatizadas, y ahí surgió la idea de desarrollar nuestra herramienta».

Radian Systems ofrece «un software ágil de análisis térmico orientado a la industria espacial, intuitivo y asequible, sin requisitos de instalación ni computación. Está basado en una aplicación web, y permite reducir en unas 30 veces el tiempo empleado en el diseño, y diez veces el del análisis de resultados, gracias a la automatización de los procesos y a los diagnósticos inteligentes, que ayudan en la toma de decisiones».

Los software que se utilizan hasta ahora «son complicados de utilizar y requieren bastante formación, para la que la mayoría de los ingenieros no están preparados. Exigen un aprendizaje operativo, no científico, que implica una pérdida de tiempo y recursos para los proyectos que se realizan. Desarrollamos el código del software por cuenta propia, está en unos servidores que son los que dan acceso a las herramientas que luego utilizan las empresas del sector espacial».

Así, en año y medio la idea pasó «de la servilleta al papel, de ahí al ordenador, de un diagrama de bloques al código,...» En el último año David Criado ha desarrollado la herramienta. Director ejecutivo de Radian, es ingeniero aeroespacial por la Universidad Politécnica de Madrid, donde realizó también un máster en Sistemas Espaciales. Y ha trabajado en un satélite que ya está en órbita, el Lume-1, de Alén Space.

Laura González, cofundadora de la empresa y directora de ventas, es también ingeniera aeroespacial, por la Universidad de León. Realizó un máster en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Carlos III de Madrid, y ha participado en varios proyectos de ingeniería y espacio por todo el mundo, cultivando «una amplia red de contactos en el sector académico e industrial». El equipo cuenta con más colaboradores y asesores en esta primera fase de la empresa, que «creemos que tiene mucho potencial. Comenzamos con una ilusión enorme, somos privilegiados por poder llevar a cabo nuestro propio proyecto, es una oportunidad».

La que ofrece el nuevo panorama de la industria aeroespacial. «La tradicional está basada en proyectos de cientos de millones de euros y entre cinco y quince años de duración. Sin embargo, hace diez años surgió un nuevo segmento, el de los pequeños satélites, con proyectos por debajo del millón de euros y del año de duración. Este segmento es sin duda el que tiene mayor potencial en el campo aeroespacial. En los últimos dos años ha crecido un 160% y se espera que mueva un volumen de negocio de 2.600 millones de euros para los próximos cinco ejercicios», señalan.

La herramienta

Radian Systems basa su primera herramienta en solventar la tasa de fallo en los pequeños satélites, que se calcula en un 35%, «lo que supone cuantiosas pérdidas». Se deben principalmente a causas de diseño, entre ellas el análisis térmico. «En el espacio las temperaturas a las que operan los satélites son muy extremas, muy altas cuando les da el sol y muy bajas cuando están a la sombra de la Tierra. Por eso es tan importante que antes de lanzarse se realice un análisis del rango de temperaturas a las que se va a someter cada uno de los componentes del satélite; así como un estudio de la transferencia de calor dependiendo de la órbita, los materiales, tipos de contactos,...Si no se realiza un análisis térmico previo, el riesgo de perder la misión aumenta exponencialmente».

La solución que ofrece la nueva propuesta de Criado y González es «la única basada en la nube (SaaS), lo que ahorra costes en el mantenimiento de los servidores. Además está automatizada, lo que reduce los sobrecostes laborales. Y es inteligente, ayuda al cliente en la toma de decisiones, lo que acelera en diez veces la etapa posanálisis». Por otra parte, es una herramienta modular, lo que permite que las partes del software puedan ofrecerse como soluciones a medida. Y es escalable, «lo que propicia una rápida expansión a otros tipos de análisis de misiones en el futuro».

Un futuro en el que «nos gustaría trabajar con la Agencia Espacial Europea en proyectos que tengan que ver con el desarrollo de algunas de las partes de este software, o de nuevos algoritmos que puedan aportar valor al sector espacial». Y no sólo a este. «Nuestros objetivos de futuro pasan también a sectores como la automoción o la industria aeronáutica, donde se podrían aplicar herramientas como la nuestra con algunas modificaciones». Y no sólo centradas en el control térmico, «algunos algoritmos son extrapolables a otras partes de la misión espacial, y también a otros sectores económicos».

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