Diario de León

Alternativa a incubadoras

La cuna solidaria

En África un bebé que nazca con un peso inferior a dos kilos no tiene posibilidad de vivir. No hay incubadoras. Ocho colegios salesianos, entre ellos el Don Bosco de León, se suman a la fabricación de cunas climáticas solidarias.

El alumnado del colegio Don Bosco examina la cuna climática después de la exposición de Alfonso Gordillo para poner en marcha el proyecto en el centro. FERNANDO OTERO

El alumnado del colegio Don Bosco examina la cuna climática después de la exposición de Alfonso Gordillo para poner en marcha el proyecto en el centro. FERNANDO OTERO

León

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Más de 2,5 millones de niños y niñas fallecen cada año en el mundo. Casi la mitad mueren en el primer mes de vida. Para evitar que ser prematuro en países empobrecidos sea una condena de muerte se han inventado las cunas climáticas solidarias. Son la alternativa low cost a incubadoras sofisticadas y caras que fabricarán ocho centros salesianos de España, entre ellos el colegio Don Bosco de Armunia (León) a partir del proyecto pionero puesto en marcha por Salesianos Pamplona en el curso 2020/2021.

«Hay un problema y podemos intentar actuar de forma solidaria para solucionarlo», explicó Alfonso Gordillo, jefe del departamento de Mecánica del colegio Salesianos Pamplona. Son países en los que ni siquiera se contempla el método canguro —envolver al bebé alrededor del pecho de la madre— porque «una mujer no puede estar dos meses tumbada, tiene que atender al resto de la familia», precisa. Una calabaza con lecho vegetal es lo máximo que se pueden permitir en muchos lugares del mundo.

Con un sencillo diseño que permite mantener las constantes vitales básicas (temperatura, humedad, luz y accesos para vías de oxígeno y alimentación) se puso en marcha el proyecto solidario Cunas Climáticas, a través de la alianza de la Formación Profesional que se imparte en los colegios salesianos y la labor humanitaria que prestan oenegés como Medicina Abierta al Mundo (In3) y Ayuda Contenedores.

La cuna solidaria ofrece las prestaciones básicas de una incubadora para dar calor, oxígenos  y fototerapia a bebés prematuros

El proyecto se inició con simuladores en las aulas de mecanizado del colegio salesiano de Pamplona bajo la dirección del jefe de departamento, Alfonso Gordillo. En los primeros seis meses pudieron realizar dos cunas, pero desde febrero hasta ahora suman ya 15 unidades adjudicadas a centros sanitarios de Cabo Verde (2), Camerún (4), Senegal (4), Mozambique (1), Bolivia (2) y Congo (2).

Trillizos en una cuna climática. DL

Faltan por entregar las dos últimas mientras el proyecto se expande a otros centros para dar respuesta «a una creciente lista de espera». El material utilizado es de nylon (polietileno de alta densidad) y cuenta con una placa electrónica para proporcionar la temperatura y humedad necesarias y el tratamiento de fototerapia que precisan la mayoría de los bebés prematuros debido al exceso de bilirrubina que causa la ictericia.

El proceso de fabricación está mecanizado con herramientas de control numérico a partir del diseño base que proporcionaron las oenegés Medicina Abierta al Mundo y Ayuda Contenedores, que son las encargadas de la distribución de las cunas en los países que las precisan.

El coste de los materiales de la cuna climática es de 350 euros frente a los 10.000 euros que cuesta una incubadora

Una placa electrónica diseñada y realizada por el ingeniero Pablo Sánchez proporciona la electrónica para el control de los tres parámetros básicos con que cuentan las cunas climáticas. Para la temperatura, un calefactor coge la corriente de una fuente de alimentación que puede ser un enchufe convencional o una batería, pues está preparada para una potencia de 12 voltios en corriente continua. La cuna lleva instalado un sensor para detectar la temperatura que se programa.

La cuna climática no está cerrada herméticamente y no tiene sistema de ventilación, pero cuenta con un sistema de humidificación (una sencilla botella de cristal de agua hervida) para controlar la humedad. Otro de los dispositivos del pequeño panel de mando acciona los rayos ultravioleta para la fototerapia.

La cuna climática consta de 20 piezas cuyo ensamblaje se realiza como parte del curriculum académico del alumnado del módulo de Mantenimiento y Mecanizado bajo la supervisión del profesorado. Se estima que cada pieza se tarda en ejecutar una hora. Pero el ritmo de fabricación, como se adapta a las clases, varía en función de la experiencia. En Pamplona hicieron dos cunas entre el verano de 2020 y febrero de 2021 y desde entonces ya suman 15 unidades.

Impresoras 3D

En el proceso de fabricación se utilizan también impresoras 3D para algunas de las piezas. La cuna climática ha ido adoptando mejoras a medida que se han hecho más unidades. En concreto, se han puesto imanes en los cierres de los dos agujeros que hay en el frontal para que las personas al cargo de los bebés puedan

El coste, que sólo incluye los materiales, es de 350 euros, frente al mínimo de 10.000 euros y hasta 70.000 euros que puede costar una incubadora. No tienen las prestaciones de una incubadora que tampoco sería una solución adecuada, puesto que en la mayoría de los casos los hospitales no reúnen las condiciones para mantener dispositivos sofisticados. «Muchos son simples chozas, explicó Gordillo.

La simplicidad es la clave para aportar soluciones a una realidad que nada tiene que ver con los hospitales en los que nacen la gran mayoría de niños y niñas en España. «Que se pueda enchufar a una batería permitió que en Bolivia una de las cunas se instalara en el centro médico y la otra en una barca que comunica a varios poblados situados al borde del río. En Cabo Verde una de las cunas está conectada a una ambulancia que traslada a los pacientes de las islas a la capital donde está situado el hospital.

Otra prestación que se valora de la cuna climática es que puede meterse desmontada dentro de una maleta de mano, para que las personas que acuden como cooperantes puedan llevarlas como parte de su equipaje sin más gastos de transporte. La cuna tiene un manual de instrucciones para ser montada en el lugar donde se instale.

El ingeniero electrónico que ha diseñado la placa electrónica ha incorporado la conexión a redes wifi de internet, con lo que desde Pamplona puede saber si las cunas están ocupadas a partir parámetros básicos de temperatura y humedad que son captados con sensores. Todas las cunas se testan durante 48 horas en funcionamiento continuo.

El colegio Don Bosco de León afrontará el reto de construir al menos una de estas cunas climáticas este curso con el módulo de Mantenimiento y Mecanizado. El profesor Arturo Sánchez Fraile es el coordinador del proyecto en León.

León se suma a la iniciativa junto con otros centros salesianos de Aranjuez y Atocha en Madrid, Burgos, Deusto en Bilbao, Logroño, Oviedo y Pamplona, todos ellos pertenecientes a la provincia de Santiago el Mayor.

Las cunas climáticas no se consideran aptas para sacar adelante a bebés de menos de un kilogramo. Lo que se ha probado que valen es para alojar al mismo tiempo a gemelos e incluso trillizos. Una de las cunas enviadas a Camerún ya sacó adelante a dos mellizos que nacieron con menos de dos kilos de peso. Después de 30 días en la cuna climática alcanzaron los 2,200 gramos de peso y la madre se los llevó.

«No salvaremos el 100% pero si salvamos a un niño ya es suficiente», comentó Alfonso Gordillo en la exposición del proyecto ante el alumnado del colegio Don Bosco de León.

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