Diario de León

PATRIMONIO EN PELIGRO

El Ayuntamiento enterrará el ‘vicus’ romano, surcado por los colectores tras la excavación

Patrimonio pidió alternativa, pero el Ayuntamiento alegó que ya estaba ‘tocado’

Los restos del 'vicus' o barrio romano en Punete Castro se aprecian a simplen vista, apenas a unos palmos de la actual calzada

Los restos del 'vicus' o barrio romano en Punete Castro se aprecian a simplen vista, apenas a unos palmos de la actual calzada

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ANA GAITERO | LEÓN
León

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El poblado romano de Puente Castro, Ad Legionem VII Geminam, que afloró con motivo de las obras de ampliación de la Edar será enterrado. Patrimonio autoriza que los colectores surquen el yacimiento que duerme desde hace casi dos mil años en el subsuelo de la actual avenida de San Froilán tras la excavación arqueológica para su documentación.

La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de la Junta dio el visto bueno a Somacyl del trazado de los colectores trar corroborar que el vicus había sido machacado parcialmente por la urbanización de la avenida en el año 2003, que se hizo «sin control arqueológico de ningún tipo», como consta en las actas de la comisión.

La comisión fue informada de la pifia en un informe del arqueólogo territorial, Julio Vidal, que subraya que «no deja de ser sorprendente» la actitud de la administración municipal con los restos romanos de Puente Castro. Cuando la Junta pidió alternativas denegando el permiso para la obra, «el Ayuntamiento alegó que en el año 2000 se redactó el proyecto de urbanización de la avenida San Froilán y se ejecutó en 2003-2004», apunta.

El vicus es conocido desde tiempo inmemorial. Figura en el Itinerario de Antonino, redactado en el siglo III, y lo menciona San Cipriano de Cartago en el año 245 en el discurso que lanza a las comunidades cristianas de León.

A mayor abundamiento, en el año 2000, el Ayuntamiento de León comunicó a la Junta de Castilla y León la existencia de unos importantes restos de época romana en el cruce de la Avenida de San Froilán con la Ronda Sur, cuando se construía la nueva infraestructura.

Sin embargo, tres años después, entre 2003 y 2004, la Concejalía de Obras, con el leonesista Luis Blanco al frente, urbanizó la avenida y renovó los colectores sin realizar una excavación arqueológica.

Una década después sale a la luz junto con los restos no destruidos.

En 2012 la empresa pública Somacyl presentó el estudio de impacto ambiental para la obra de ampliación de la estación depuradora de aguas residuales de León y su Alfoz. Unos 200 metros de trazado de la red de tuberías programada discurre por el poblamiento romano protegido en el Plan General de Ordenación Urbana de León, de 2004, e inventariado por la Junta en 2005.

La comisión territorial de Patrimonio Cultural no autorizó inicialmente el recorrido de los colectores previstos en el subsuelo de la avenida de San Froilán. Al contrario, requirió a Somacyl y a la Edar León UTE Isolux Corsan y Construcciones San Gregorio «presentar alternativas que evitaran tales obras de infraestructura a lo largo de la avenida pues podrían afectar negativamente al poblado romano Ad Legionem».

Un año después se rindió a la evidencia: «El Ayuntamiento de León urbanizó dicha avenida sin ningún género de control arqueológico con posterioridad al hallazgo del poblado romano», señala el informe del arqueólogo territorial de la Junta.

El Ayuntamiento de León machacó el vicus con una inversión de 1,8 millones de euros para instalar dos colectores, uno de aguas sucias y otro de limpias, y urbanizar la avenida con aceras nuevas y asfaltado. Los restos arqueológicos que se encontraron al paso fueron destruidos sin miramientos, como confesó el Ayuntamiento de León cuando Patrimonio requirió alternativas a Somacyl.

La UTE presentó algunos cambios de trazado para no tocar más el ‘vicus’. En las áreas con redes la amplitud de las zanjas que se hicieron «permite la sustitución» de las tuberías sobre las mismas superficies y en las zonas sin redes la red de saneamiento se desarrollará por el plano oriental.

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