Diario de León

El crimen de Obispo Almarcha obliga a más investigación

Las partes acuerdan ahondar en el nuevo ADN hallado en la ropa de la asesinada

León

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Las acusaciones y la defensa de las partes en la causa abierta contra un leonés de alrededor de 30 años, acusado de dar muerte a la propietaria de un bloque de viviendas en la calle Obispo Almarcha, acordaron ayer solicitar la apertura de nuevas diligencias encaminadas a tratar de dar con la persona cuyos restos de ADN aparecieron también en las ropas de la víctima y que no se corresponden ni con el investigado ni con ningún familiar suyo. La determinación se acordó a propuesta de las partes, que comparecieron en Instrucción 1 ayer.

El último informe reveló que existían varios haplotipos biológicos en la vestimenta que llevaba la fallecida la noche en la que fue apuñalada. Uno relacionado con el varón que le asestó más de medio centenar de puñaladas, tiene «una posibilidad entre 17.000» de no ser del acusado principal de los hechos. Otro se refiere de forma casi inequívoca a un familiar bastante directo. Pero existe una tercera muestra que corresponde a un varón desconocido, al que ahora se pretende hallar. Así las cosas, la comparecencia de ayer tenía como misión fundamental la de comunicar al investigado que a partir de ahora, el procedimiento se tramita por la Ley del Tribunal del Jurado, con todas las circunstancias que ello conlleva.

Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía consideran que el crimen tuvo lugar en el transcurso del confinamiento, la noche del 24 de marzo de 2020. El supuesto autor de los hechos mantuvo una discusión con la víctima porque pretendía desahuciarle tras un retraso en varias mensualidades de alquiler.

Tras una primera disputa, en la segunda el varón cogió un arma blanca y asestó 54 cuchilladas a la mujer, que falleció en el acto víctima de una hemorragia muy intensa. El acusado se fue del lugar y posiblemente se llevó un sobre con 3.000 euros. Al día siguiente bajó a la calle a pesar de que todavía se mantenía el confinamento y adquirió unos refrescos y varios dulces para sus hijos. A su esposa le comentó en la versión oficial que había encontrado el sobre en el asiento del copiloto de un vehículo que tenía las ventanillas abiertas. La cónyuge tampoco se extrañó por el hecho de que las ropas que vestía aquella noche desaparecieran y nunca más supiera de ellas. Tampoco prestó atención, según ella, al hecho de que se evidenciaran algunos arañazos, que según manifestó él, se había hecho con un patinete que estaba reparando.

La novedosa prueba biológica del cromosoma Y permitió dos años después identificar sus restos en un pulsador de la luz del dormitorio y en el baño. Gracias a eso fue detenido.

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