«Exigimos que nos rescaten. Dilatar los tiempos va a lograr que León se muera»

Hubo un minuto de silencio al final. Por «la hostelería y por el hostelero de Valladolid que se suicidó porque no aguantaba más», como explicó el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería, Martín Méndez. Pero antes, el manifiesto leído frente a la delegación territorial de la Junta se centró en mostrar que el sector «está unido» y reclamar «a las administraciones» que no lo «dejen morir». «Basta ya. Su mala gestión nos está arruinando. Buscamos soluciones y las queremos ya», expusieron.

El manifiesto empezó por apuntar que «la economía de esta provincia» la forman «autónomos de todo tipo, comerciantes, agricultura y ganadería, distribución, agencias de viajes, empresas de limpieza, panaderías, tintorerías, taxis, transporte, gestorías, máquinas recreativas, peluquerías, seguros, gimnasios y, por supuesto, bares, restaurantes, hoteles y ocio nocturno, los que peor lo están pasando en algunos casos ocho meses cerrados». «Sabemos que el motor económico somos todos juntos. Por eso, si falla un engranaje importante, el motor se para, que es lo que está ocurriendo», apuntó Méndez, quien vaticinó que «miles de empresarios, autónomos y trabajadores se verán abocados a la ruina por las limitaciones a la actividad y la falta de ayudas que cubran la ausencia de ingresos».

El presidente del colectivo incidió en que han «invertido en implementar en los locales materiales y protocolos para desinfectar las instalaciones» y han «cumplido con las normas que impuestas, incluso cuando no tenían mucho sentido o cuando cambiaban de parecer de un momento a otro». «Hemos escuchado con esperanza promesas de que nadie iba a quedar atrás, que lo primero era combatir la enfermedad y luego se resarciría el daño económico. Hemos visto con tristeza cómo pasan ya ocho meses de crisis y no llega ninguna ayuda, de hecho ni llegan, ni parece que tengan intención de concretarlas», citó Méndez.

El portavoz del sector defendió que «la apertura es un caramelo envenenado cubierto de falsedad y doble intención». «Nos hacen abrir, dejándonos sin Ertes por impedimento, haciendo que muchos negocios abran perdiendo dinero», recalcó Méndez, quien abundó en que además «mantienen un toque de queda a las 10 de la noche que hace imposible aprovechar el turno de cenas, sin tener ningún informe que avale esta medida», e «imponen limitaciones al aforo interior, dejándolo en un 33%, haciendo imposible la viabilidad de las empresas»». «Nos permiten trabajar en las terrazas aprovechando el buen tiempo que tenemos en la región», ironizó.

Méndez exigió a la Junta que no les trate «como ciudadanos de segunda y tome ejemplo de otras comunidades que ya hace tiempo han presentado planes de reestructuración económica al sector», a la vez que al Gobierno le reclamó «un plan de choque para rescatar las maltrechas economías de las todas las empresas que se han visto afectadas por esta crisis». «Llevamos meses afrontando gastos en impuestos, créditos, alquileres, suministros y en mantener nuestras familias y estas ayudas que nos anuncian siguen sin llegar. Por eso, no sólo exigimos que nos rescaten, pedimos que lo hagan ya. Dilatar los tiempos va a lograr que cada vez más empresas se arruinen, el paro aumente y León se muera. El que obliga a cerrar tiene que pagar», insistió el presidente del sector ante los más de 1.500 manifestantes.