El Hospital de León gastó 163,8 millones sólo en conservación y materiales

Poner a andar cada día una auténtica ciudad sanitaria como es el Hospital de León, al que acuden 3.429 trabajadores, que se extiende en una superficie construida de 126.000 metros cuadrados y que genera 1.512 toneladas de residuos anuales, 309 de ellas peligrosas, no es tarea fácil. Requiere un mantenimiento, instrumental, productos, limpieza y energía.

El gas, la luz, el material y las reparaciones generaron el año pasado un gasto de 163,8 millones, según los datos recopilados por Sacyl, que reflejan que el Complejo Asistencial Universitario de León (Caule), a pesar de ser el de mayor tamaño en la Comunidad, no fue el que engulló más gastos corrientes. Ese desembolso lo lideró el Hospital de Salamanca, con 199,4 millones.

La farmacia hospitalaria y los hemoderivados constituyeron el gasto más abultado, de casi 70 millones en las instalaciones leonesas, seguidas del pequeño utillaje sanitario, implantes, material de laboratorio, radiología, medicina nuclear y de otros servicios, cuya cuenta ascendió a 57,2 millones.

Precisamente la factura energética, que incluye la calefacción, la limpieza, la seguridad, la conservación y las reparaciones generaron un gasto de estructura de 22,3 millones, mientras los arrendamientos, el material de oficina, alimentos, lencería, vestuario, seguros y tributos representaron 8,2 millones.

La ciudad llamada Caule, que atendió 477.880 consultas externas, más de 131.000 urgencias y 26.315 ingresos, también recurrió a los conciertos con otras instalaciones sanitarias para gestionar las dolencias y pruebas de sus pacientes, que supusieron dedicar 6,19 millones el año pasado.

El Hospital de León se suma a la carrera de las emisiones cero, una cuestión que no es sencilla, pero que se plasma en pequeñas acciones como la separación milimetrada de los residuos y el cambio de contenedores por reutilizables, que ya representan el 72%.

En sus quirófanos se practicaron 20.128 cirugías y fuera de ellos, de forma ambulatoria otros 2.659. Destacan las 100.123 pruebas diagnósticas entre TAC, mamografías, resonancias magnéticas y ecografías.

En cuanto a la gerencia de Atención Primaria, su gasto el año pasado alcanzó los 5,3 millones de euros, el grueso de ellos (3,2 millones) para mantenimiento y material de oficina, vestuario, tributos y alquileres (1,2 millones). Entre el personal sanitario y el no sanitario, este escalón asistencial goza de una plantilla de 1.072 personas. La Atención Primaria descansa sobre los hombros de 301 médicos (el 40% trabajan en el medio urbano), 317 enfermeras (135 de ellas en León ciudad) y 26 pediatras (solo ocho en los pueblos). Estos profesionales atendieron más de 3,7 millones de consultas el año pasado y 371.000 urgencias en León. Según el Observatorio del Sistema de Salud de Castilla y León, los ocho centros urbanos y semiurbanos gestionan una población de 167.750 personas con el 40% de la plantilla y los 20 rurales a 134.175 personas con el 60% de médicos. De ahí que la tasa de facultativos de familia por cada 10.000 tarjetas sanitarias se sitúe en León dos décimas por debajo de la media de la Comunidad (7,3) en el ámbito urbano, pero también es inferior en las zonas rurales en dos puntos (14,8).

El gasto en farmacia fue de 21.414 euros y los conciertos de 16.465 euros, según los datos de Sacyl. Además, la Consejería de Sanidad pretende conseguir que la cuantía sanitaria destinada por habitante supere por primera vez los 2.000 euros (en concreto 2.054 euros), lo que supone un máximo histórico, y con ello situarse en el grupo de cabeza con mayor presupuesto público sanitario por persona. El primer bloque de medidas se centra en la Atención Primaria para mejorar la accesibilidad de los pacientes y las condiciones de trabajo de los profesionales. También se contempla seguir optimizando la calidad en la atención diaria de las 53 actividades de prevención y promoción de la salud previstas en la cartera de servicios de Sacyl.