La huelga de basuras se recrudece. Los trabajadores anuncian encierros y movilizaciones
-La amenaza de cortar la recogida de residuos se mantiene en León tras un nuevo fracaso de las negociaciones
El CTR amenaza con paralizarse si se concreta la huelga. MARCIANO
El conflicto de la huelga de recogida de basuras en toda la provincia de León se recrudece. El comité de huelga de la UTE Legio VII valoraba en la noche de este miércoles un encierro inminente en la Sede de la Diputación y en los centros de trabajo. Al mismo tiempo, el comunicado remitido por el comité anuncia que se iniciarán concentraciones ante la institución en apoyo de los compañeros en huelga, de manera que "se sientan arropados por todos los trabajadores del sector en la provincia".
Por segunda vez, no ha habido acuerdo. Cinco días después del primer encuentro, en el que se acordó que cada una de las partes analizara las cuentas para volver a citarse, el consorcio para la gestión de residuos (Gersul), liderado por la Diputación, y la Unión Temporal de Empresas (UTE) concesionaria, formada por FCC y Urbaser, se emplazan de nuevo para este jueves. Sin que se atisbe un avance significativo, al menos se considera una buena señal que se mantenga abierta la mesa de negociación para intentar frenar la huelga convocada desde el 26 de septiembre hasta el 9 de octubre, con la posibilidad de extenderla de manera indefinida y la amenaza de paralizar toda la recogida de la basura durante las fiestas de San Froilán.
La cita dada por las partes busca resolver el conflicto abierto por los trabajadores, que exigen la actualización de sus salarios, congelados desde 2013. Pese a que en 2019 hubo un acuerdo para aplicar una subida idéntica al que han tenido los trabajadores públicos, todavía no se ha llevado a cabo. En la pasada Semana Santa, los operarios no cumplieron al final con la amenaza de convocatoria de huelga como respuesta al compromiso, asumido desde Gersul, de que en tres meses se haría efectivo el pago. Más de cinco meses después, sin respuesta, el comité de empresa, respaldado por la asamblea, considera que no hay marcha atrás si no se produce de manera efectiva la subida, que en el total de este periodo ronda el 10%.
El problema surge entre Gersul y la UTE concesionaria. Conforme al acuerdo, el consorcio debe correr con el coste de la subida. La factura, que se tiene que aplicar con carácter retroactivo, suma cerca de 1,7 millones de euros. Su entrada, como defienden desde la parte privada, se tiene que asentar vía revisión del canon de explotación, que se cifra en alrededor de 17 millones de euros en la actualidad. Pero hasta el momento, a pesar de que la asamblea, en la que están la Diputación y los ayuntamientos, acordó que se ejecutara, no ha habido avance.
Desde la Diputación, el equipo de gobierno del PSOE defiende que en este mandato han hecho un trabajo importante al poner al día las cuentas, además de pagar la deuda de más de 23 millones de euros que se arrastraba y regularizar los cobros de los recibos. Entre ambas posturas, los trabajadores quedan en medio. Pero esta vez, si no hay una solución efectiva, avisan de que irán a la huelga y paralizarán la recogida: las plantas de transferencia y el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) depende de los 170 operarios de la plantilla, por lo que los camiones se atascarán a sus puertas.