Irlandés errante, leonés de leyenda

El 21 de enero se paró el tiempo en el Campus de Vegazana, ya no nos repartirán té y terapia puerta a puerta, primero la bolsita y luego el alma. Ya no escucharán nuestras miserias, entre becas no dadas y plazas asignadas, esos ojos «poliédricos» que lo han visto todo en la calle y nada. Ya no podremos seguir sus pistas hasta su guarida, two stones and a lamp-post, que cambiaba de departamento en departamento estudiantil buscando su nido provisional. Donal Savage, irlandés errante y leonés de leyenda, falleció esa tarde soleada parando a decenas de personas incrédulas frente al móvil, preguntándonos cómo es que las trabas del sistema se las tuvo que poner el coronavirus. Y es que nunca pudieron hacerlo ni un sillón desvencijado en la sala de becarios ni las clases de inglés que nunca cobraba.