León perdió ayer otro medio millón de litros de agua a través de los túneles de Pajares

La variante ferroviaria de la alta velocidad es un cauce de agua, sin remedio y sin retorno. Deja pasar a Asturias en un trasvase con registros de escándalo: 319 litros por segundo; 5,5 litros por cada kilómetro de cada uno de los dos túneles, es decir, 10.600 millones de litros anuales, una cantidad que serviría para abastecer una ciudad de 200.000 habitantes durante todo un año y que representa, por añadir más comparaciones, el 27% del embalse de Casares de Arbas. En 15 años, el agua que ya se filtró a la cuenca asturiana supera con crece los 150 hectómetros cúbicos.

En atención a los últimos números aportados por los colectivos afectados por esta sangría, ayer se fugaron por la grieta de los túneles de los manantiales leoneses cerca de medio millón de litros, que es la aportación diaria de este suministro, sin que autoridades y administraciones hayan ejecutado un movimiento para detenerlo; ni devolver el agua, tal y como está previsto en una corrección reciente del impacto ambiental que no se tuvo en cuenta al liberar el proyecto que dio vía libre a las galerías y paso a las máquinas.

Esta es la realidad más cruel que vive León con el avance del tren hacia Asturias, por el medio centenar de kilómetros que suponen ese nuevo pasillo, a un mes del estreno tras dos décadas de obras y 4.000 millones regados por las fuentes leonesas.

Ya hay estudios que alertan de una segundo efecto en los recursos hídricos de León; en la zona de ribera, en la antesala de la meseta, el nivel de la capa freática ha descendido en los últimos diez años de una forma también escandalosa, de la misma forma desatendida por administraciones y organismos públicos encargados de velar por la gestión de las aguas y su aprovechamiento.

Este es el día a día que relaciona la vida de León con la estructura a punto de estrenarse, que deja algunas incidencias profudas; además del medio millón de litros diarios que se fugan por los túneles, queda pendiente la solución del tren en Trobajo del Camino. La Diputación de León entra este lunes en esa arena, mediante una moción promovida por el grupo del PP, que exige una intervención competitiva y acorde a la exigencias de la plataforma vecinal que desde hace tres años le ha puesto el pie en la puerta de Adif y las decisiones caprichosas de no soterrar en León, mientras no repara en gastos para meter las vías bajo tierra en Barcelona.

La moción de este lunes lleva el aliciente de conocer la postura del equipo de Gobierno en torno a este asunto. El PSOE, en otras administraciones, se puso del lado de Adif, a la hora de amparar el proyecto que ahora se plantea con pasos inferiores en Párroco Pablo Díez, en el mismo nudo que hasta hace un año pensaba solventar con puentes y pasarelas. También, si la UPL se mantiene en la línea que voten los socialistas.

A un mes de la apertura de la Variante, León rebosa de matices y aristas pendientes en relación con la nueva vía.