Médicos y enfermeros alertan del «imposible relevo» al superar ya el 70% los 55 años de edad

El dato no es nuevo, pero la pandemia lo ha evidenciado más al dejar al descubierto la tormenta perfecta en la que se encontraba el sistema sanitario leonés. En cinco años se jubilará el 40% de la plantilla de médicos y enfermeros y en una década el 70%. Por eso estos profesionales reclaman un plan urgente de recursos humanos y actualizar el modelo de organización que evite el rompecabezas diario para dar servicio con escasez de plantilla tanto en Primaria como en Especializada.

El problema es común en toda la Comunidad por culpa de «las políticas cortoplacistas» con las que viene funcionando el área de salud desde hace años, según valoran la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm) y el sindicato de Enfermería Satse, lo que provoca un fallo en el «relevo generacional» y compromete «dramáticamente la sostenibilidad del sistema».

Ambas plataformas sindicales, junto con Csif, UGT, CC OO y Sae, se han movilizado en la calle en los dos últimos meses para exigir mejoras que eviten el colapso de la Sanidad por falta de planificación en los recursos humanos y contra el «decretazo» que permite mover a la plantilla entre provincias, según necesidades, suspender descansos y doblar turnos.

Ahora también se suman a la reivindicación del grupo de expertos nombrados por los grupos parlamentarios que ven clave reformar la sanidad pública de Castilla y León para modernizar el modelo organizativo poniendo el acento en solucionar el déficit de medios humanos y el recambio de una plantilla ampliamente envejecida.

El diagnóstico es claro, sólo el 30% de los médicos y enfermeros de familia se sitúa por debajo de los 55 años. La avanzada edad de la plantilla dificulta cubrir las plazas de Atención Continuada y organizar la atención ordinaria de Primaria, ya que ninguno de ellos está obligado por la edad a realizar guardias. En cinco a diez años se jubilará tal avalancha de profesionales, más de 2.500 en León, que será «imposible reponer y relevar a tantos sanitarios», ni siquiera si se logra «fidelizar a la totalidad de residentes de la especialidad de medicina y enfermería de familia y comunitaria que se forman ahora», valoran.

Entienden que a la situación actual se llegó por el exceso de oferta que se produjo en el cambio de siglo, lo que abrió la puerta a «contratos precarios y a la fuga de médicos y enfermeros fuera de la provincia en busca de mejores condiciones laborales, sobre todo, después de que en 2012 se redujera el número de plazas de formación especializada y los contratos de sustitución de bajas, vacaciones y permisos.

Esa «pérdida de equilibrio entre entradas y salidas» afecta a todas las categorías. Por eso creen que el plan de recursos humanos debe tener en cuenta las carencias actuales y las necesidades futuras y diseñar un cronograma de medidas que permitan adecuar el flujo de nuevos contratos y jubilaciones. «La Junta debería convocar concursos de traslados anuales en todas las categorías y en todas las vacantes; oposiciones anuales; ir eliminando la figura del profesional de área y reducir la precariedad laboral asociada a la temporalidad», coinciden expertos y sindicatos. También opinan que sería imprescindible mejorar las condiciones contractuales para equiparar los salarios a las comunidades con retribuciones más altas para fidelizar a los profesionales y establecer un sistema para reconocer la sobrecarga laboral.