Diario de León

ELECCIONES GENERALES 10-N

Menos leoneses que nunca para decidir quién pelea por sacar a León de la España vacía

La campaña se abre con un censo de 432.062 votantes, 47.150 en el extranjero, para elegir 4 diputados y 4 senadores

Gráfico con el censo electoral

Gráfico con el censo electoral

León

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El electorado mengua al ritmo que lo hace la población, como no podía ser de otro modo. Las decimoquintas elecciones a Cortes Generales de la historia democrática moderna pillan a León en claro retroceso demográfico.

Nunca ha habido menos. Ni siquiera el empuje de los sufragios de los residentes en el extranjero, que crecen a la par que se reducen los empadronados dentro de las fronteras provinciales, hacen que la situación se atenúe. Muy lejos quedan los 451.309 personas en edad de votar que había en los comicios de marzo del 2000.

Apenas medio año más tarde de la última convocatoria, la moviola electoral obligada por la imposibilidad de los partidos políticos para llegar a acuerdos de gobierno presenta un censo en la provincia de 432.062 electores. En sus votos queda la elección de los cuatro representantes en el Congreso de los Diputados y cuatro en el Senado —uno menos desde 2016, dos menos de los que tuvo en las tres primeras legislaturas— que formarán parte de las Cortes generales en las que se decidirán las políticas para intervenir la problemática de la España vacía. Ahí se encuentra León ahora.

La alta abstención planea sobre un escenario de participación que hará bajar el precio del escaño

 

La campaña se abre con menos tiempo que nunca también para que los partidos políticos convenzan a los ciudadanos. La reforma legislativa de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) que entró en vigor en 2016 permite que en esta ocasión tan sólo haya ocho días de la campaña, desde hoy hasta el próximo viernes, en lugar de los quince de las anteriores veces.

En este tiempo, los partidos políticos deberán movilizar a un electorado que se mueve entre el hastío de tener que volver a las urnas por segunda vez en poco más de medio año —tercera si se tienen en cuenta las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo— y el deseo de contar con un Gobierno estable que acabe con la inestabilidad.

El éxito de su capacidad para animar a los ciudadanos a que no se queden en casa marcará el resultado de los comicios, en los que las encuestas pronostican una alta abstención. La tasa podría llegar incluso hasta el 35%. La cota quedaría muy cerca de los peores registros históricos en León, donde se marcó suelo en los comicios de 1979 con una participación de apenas el 63,6%. Con este horizonte demoscópico, muy lejos parece quedar en 75,92% de votantes que el 28 de abril se movilizaron en la provincia leonesa para depositar su papeleta en la urna.

Quienes al final se decanten por acudir al colegio electoral o bien entregar su voto por correo —algo que solicitaron más de 13.502 personas, por debajo de los 22.466 de abril— no encontrarán apenas diferencias entre la oferta de hace medio año y la que se abre ahora.

La UPL se presenta como única novedad dentro de un arco político en el que PP y Vox cambian el cartel

La única propuesta nueva que hay en el abanico de opciones políticas es la UPL. Los leonesistas, que en abril decidieron no participar para centrarse en los comicios municipales y autonómicos de un mes después, dan un paso al frente en esta ocasión para mirarse en el espejo de éxito otras formaciones regionalistas, como el Partido Regionalista Cántabro que logró un diputado en la última convocatoria para hacerlo valer en la negociación de los presupuestos. Aunque el logro se les anuncia muy difícil si se tiene en cuenta que en mayo obtuvieron 26.560 votos en la provincia, lo que les reportó un procurador autonómico, pero para lograr un escaño en la Carrera de San Jerónimo el precio estuvo en 47.417 papeletas; un listón que podría bajar hasta el entorno de los 40.000 sufragios si se cumplen los pronósticos de caída de la participación.

 

El resto de las opciones son las mismas. Aunque con diferencias en el cartel electoral. Mientras que el PSOE, Ciudadanos y Podemos optan por repetir la colocación de sus listas, el PP y Vox varían la presentación de su oferta.

Los populares dan un vuelco por completo a la configuración de su escaparate electoral en la provincia: los anteriores números uno al Congreso y al Senado, Carmen González Guinda y Javier Santiago Vélez, respectivamente, pierden un puesto en el escalafón en favor de José Miguel González, secretario general del partido en León y anterior número dos, y Antonio Silván, exalcalde de la capital leonesa. Por su parte, Vox trastoca por completo su propuesta con la entrada de Pablo Calvo Liste como aspirante a la Cámara Baja y Carlos Pollán, nuevo líder de la formación en la provincia, al Senado, donde, dentro de la estrategia nacional, tan sólo presentan un nombre para favorecer el voto a otros candidatos de partidos de derecha.  

Los cambios de estas dos formaciones buscan alterar el reparto que dejaron las urnas el 28 de abril. Frente a este empuje, los socialistas intentarán conservar los dos escaños que tienen en el Congreso, a nombre de Javier Alfonso Cendón y Andrea Fernández, y los tres del Senado, donde se asientan Salvador Vidal, Carmen Morán y Constantino Marcos. No quiere perder tampoco su cartera en la Cámara Baja el diputado naranja Justo Fernández, quien tendrán que lidiar con la sombra de brevedad que tienen los representantes de su partido en la provincia, donde cuentan con el antecedente de Enrique Bueno, quien logró salir en diciembre de 2015 pero sólo aguantó los 188 días de la legislatura más corta de la historia. Entonces, sí que mantuvo su acta la podemita Ana Marcello, quien aspira a volver a ocupar un sillón en la Carrera de San Jerónimo, después de quedarse fuera en abril por el retroceso de su formación y el crecimiento de los socialistas.

 

Sin candidatos nacionales, la campaña tirará de la ‘clase media’

La atípica campaña electoral que se abre hoy apenas contará con presencia de destacados líderes nacionales. Con sólo 8 días hasta que el sábado empiece la jornada de reflexión, no hay candidatos en el horizonte. Ni Pedro Sánchez, con quien contaban los socialistas leoneses como en abril pero que al final se queda fuera de cartel; ni Pablo Casado, que se paseó por Valencia de Don Juan y Matadeón de los Oteros la pasada semana para precalentar; ni Alberto Rivera, que tiene la brújula puesta en otras plazas en las que prevé que la disputa de escaños les sea más favorable; ni Pablo Iglesias, que en esta ocasión no prevé hacer un hueco en su agenda a última hora; ni tampoco Santiago Abascal, que mandó este martes a Ortega Smith como avanzadilla para calentar el ambiente. Ninguno se dejará caer por León.

La deserción del cartel de los primeros espadas presenta un escenario en el que los representantes del segundo y hasta tercer nivel ocuparán el foco de los mitines. Dentro de este esquema, el PSOE cuenta con la presencia confirmada del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien se subirá al escenario el jueves, día 7, por la tarde, todavía por cerrar si en el luchódromo de La Torre o en pabellón de Luis Vives. Menos claro está quién ocupará el cartel en Ponferrada, donde se barajan entre otros los nombres de la eurodiputada Iratxe García y de Ander Gil. En el resto de intervenciones por diferentes puntos de la provincia, salvo apuntes de última hora, serán el candidato Javier Alfonso Cendón y los miembros de sus candidaturas los que se encarguen de movilizar a la militancia.

El PP fijará su acto principal en la capital leonesa para el miércoles, día 6. El escaparate lo ocupará el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, sin que esté cerrado por ahora el foro. Aún por confirmar, los populares tienen también ya en su plan de campaña la visita de Alfonso Suárez Illana, a quien se espera a mitad de la próxima semana para que encabece un acto electoral en Astorga y luego en Ponferrada. Al carro se subirán también dos consejeros de la Junta: el de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que estará mañana en Páramo del Sil, y el de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, que todavía no tiene fecha. No cuenta con día cerrado tampoco el secretario general nacional, Teodoro García Egea, quien podría entrar a última hora en el programa para dar un empujón a la campaña.

Ciudadanos no espera a nadie. «De momento, nos valemos nosotros mismos», ironizan desde la candidatura naranja por León, que no espera a nadie del organigrama nacional y como mucho contarán con alguien autonómico. En la misma situación se encuentra Vox, que ocupará a sus candidaturas en dar contenido a los actos programados para estos días.

Sí que tendrá ayuda Podemos. Después de que Rafael Mayoral hiciera precampaña en León la pasada semana, ahora será otro de los fijos nacionales quien ocupe espacio en primera fila. Juan Carlos Monedero irá hoy por la mañana a Villablino y por la tarde a Ponferrada. Más allá, no hay nadie más confirmado para amparar a Ana Marcello.

El resto tirarán de recursos propios para su movilización, incluida la UPL, que hará campaña de calle, sin mitines previstos.

 

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