Los trenes regresan a la rampa de Pajares tras doce días sin circulación

Adif restableció la circulación de trenes entre León y Asturias, luego de doce días suspendida por un bloqueo derivado del descarrilamiento de un mercancías. La rampa recuperó ayer, poco después de las siete de la mañana, la actividad que resulta elemental para el tráfico de mercantes entre el Principado y León, que capitaliza más de la mitad de las frecuencias y tráficos que se producen en este tránsito diario por el cordal. La Rampa de Pajares recibe a diario el paso de cuarenta trenes. Los primeros movimientos, una vez que Adif dio vía libre poco después de las siete de la mañana, se dedicaron a desahogar el traza de trenes apartados desde en playas de vías y estaciones, entre los trayectos damnificados por el accidente ferroviario que causó la semana anterior el argayo de tierra y piedras sobre la vía, a la entrada del túnel 73 de la rampa, en la galería de Robledo, cerca de Puente de los Fierros.

Según informó Adif en un comunicado, el servicio ferroviario se restableció a las 7.19 horas.

Adif emitió un comunicado en Asturias en el que resalta la laboriosa tarea de las labores para despejar la vía, que supuso desguazar casi la mitad del convoy accidentado; incluida la locomotora, que se empotró contra el hastial del túnel en el que se produjo el accidente. En la operación, cuantifica Adif, han llegado a trabajar más de medio centenal de empleados, dispuestos en tres turnos diarios, en una zona de difícil acceso por su orografía y con condiciones atmosféricas adversas.

La interrupción del servicio llevó a Renfe a establecer un plan alternativo de transporte por carretera para trasladar a los viajeros de los trenes afectados por esta incidencia. Mientras se devuelve la estabilidad a la vía, previo paso de las máquinas con las que Adif sondea el terreno, los viales, los enganches y el tendido de la catenaria, el tramo privado de circulación ferroviaria por la traza convencional entre León y Gijón ha acaparado foco de interés por las repetidas secuencias de incidentes que acapara en un tramo que no parece contar con las mejores prestaciones y mantenimiento.

En las últimas semanas, y hasta el accidente del día 29 de noviembre, se sucedieron media docena de percances de distinta naturaleza; descarrilamientos, averías, contratiempos que tuvieron una incidencia en el tráfico entre León y Asturias.

La gravedad del descarrilamiento del túnel 73 agita las advertencias del sector ferroviario para apremiar a las autoridades a que acometan las gestiones necesarias para garantizar la seguridad de la circulación y el mantenimiento correcto de una estructura por la que transitan a diario trenes de viajeros y más de la mitad del tráfico de mercancías que se mueve por el cuadrante noroeste de la península.

El tramo afectado por la cascada de incidencias, que se ha acelerado desde el pasado verano, comprende un paréntesis entre las limitaciones temporales que se ha visto obligado a aplicar Adif tras repasar en agosto la situación de los raíles. Limitaciones de velocidad que tienen efectos directos en los tiempos marcados en el trazado, con repercusión directa en el largo recorrido de viajeros que conecta León y Asturias.

La vía entre estos dos territorios está a expensas de que llegue la entrada en servicio de la Variante de Pajares, que lleva dos décadas en ejecución. Los comités de empresa de Adif y Renfe en Asturias remarcaron la pasada semana la reivindicación para que se apliquen mejoras de forma inmediata en este tramo, donde los límites de velocidad a 30 kilómetros por hora ralentizan el paso que ya complica la orografía del terreno.