Diario de León

EL VALIOSO STOCK INDUSTRIAL

Vestas cierra con cien millones

La factoría danesa en Villadangos va a echar el cierre pese a disponer de un stock industrial de más de cien millones de euros; la mayor parte, pendiente aún de ensamblar. Otro ejemplo de la voracidad de la eólica danesa en León

Hijas de empleados de Vestas, en la movilización del día 6. RAMIRO

Hijas de empleados de Vestas, en la movilización del día 6. RAMIRO

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L. URDIALES | LEÓN
León

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Vestas acompañará su salida de la fábrica de León con un botín de más de cien millones de euros; más de cien millones de euros que corresponden al valor de la producción industrial que se acumula en el interior del recinto de Villadangos, a la que la multinacional danesa espera dar salida antes de completar el desmantelamiento de las instalaciones, que estarán cerradas con fecha 31 de diciembre, según la planificación de la empresa.

Parte del activo industrial de Vestas se encuentra almacenado y listo para enviar a destino; forma parte del material que la compañía espera sacar desde hace semanas de la factoría, primero con destino a puertos del norte de España y, después, rumbo a Alemania, con destino a parques eólicos. Se trata de generadores dispuestos para su uso, en torno a setenta unidades. La otra parte del patrimonio industrial se encuentra en la cadena de montaje;un centenar de equipos colocados en la línea de producción, que deberán de ensamblarse en el momento previo a este proceso de liquidación y cierre que para Vestas no tiene marcha atrás. Resolver ese trabajo pendiente en los lineales productivos y finalizar la construcción de los generadores, forma parte de los flecos de la negociación del expediente de extinción que negocia la empresa con los representantes laborales, y que debe estar finiquitada a comienzos de la segunda semana de octubre. El listado de maquinas se completa entre generadores del modelo V 112, de 3,4 megas, los componentes de dos megawatios (protagonistas de esa línea de producción que la compañía quiere desplazar a la India y a China) y los descatalogados V90, de tres megas de capacidad productiva.

Además del valor del material industrial, en el interior de la factoría se acumula una ingente cantidad de aparatos obsoletos, de los que la compañía se desprenderá como mercancía para reciclar o chatarra.

El valor productivo que mantiene Vestas en la factoría leonesa servirá como ejemplo en la reivindicación que sus trabajadores trasladarán esta misma semana a las instituciones europeas. “Para que se legisle contra la voracidad empresarial, que no salga gratis cerrar una empresa cuando se cierra no porque tenga pérdidas, sino porque quiere ganar más”, explica el presiente del comité de empresa en vísperas de emprender el viaje a Bruselas. La expedición leonesa en representación de la plantilla estará formada por el propio Juan Francisco García, David Crespo y Francisco Romero.

En la agenda, durante mañana y el miércoles, un encuentro con los portavoces europarlamentarios españoles en el parlamento Europeo, que se han mostrado especialmente activos en las últimas semanas para promover iniciativas en el marco legislativo europeo para tomar medidas contra el cierre programado de Vestas en León; además, mantendrán reuniones con los dirigentes de confederaciones sindicales europeas y mundiales.

La internacionalización del conflicto de Vestas ocupa la mitad de una semana que tendrá, de nuevo, espacio para la crudeza de la realidad que supone hacer frente a las negociaciones por el cierre de la factoría y despido de 362 empleados (que resultan más de cuatrocientos, unidos a los trabajadores que formaban parte de las contratas y que un fallo judicial ha igualado a los damnificados de la plantilla). El jueves y el viernes vuelve a reunirse la mesa de negociación del expediente de extinción con los representantes de la empresa, que aportarán más perspectivas en torno a recolocaciones, prejubilaciones anticipados para los empleados de edades más elevadas o cómo escalonar la tarea que queda pendiente en la factoría, interrumpido por la situación de huelga secundada por la totalidad de los trabajadores.

La principal exigencia que llevan los empleados a Bruselas es mantener el empleo, en una tierra castigada por la pérdida de activos y la falta de alternativas y recursos.

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