Diario de León

Ford Mustang Bullitt. ‘The legend’…

Un ‘óvalo’ de cine… como el coche . También el coche, no sólo la ‘peli’. Ford lanza un órdago a los sentimientos, y a las ‘sensaciones’, con un Mustang, devenido en ‘Bullitt’, para celebrar el quincuagésimo aniversario de ‘su’ icónica criatura. Por 55.000 —y ‘pico’— euros puede disfrutarse de la magia: cambio manual y propulsión trasera… ¡como debe de ser!

Emocionante… sugestión. El ‘Verde Highland’ traslada al conductor (ocasional ‘piloto’) intensas sensaciones deportivas: cambio manual y propulsión trasera.

Emocionante… sugestión. El ‘Verde Highland’ traslada al conductor (ocasional ‘piloto’) intensas sensaciones deportivas: cambio manual y propulsión trasera.

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León

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‘A caras va la mano’ … Moneda al aire —casi— para ver quién se ponía al volante cuando Ramirín, y el arriba firmante, desembarcamos en «Auto Palacios».

Caras de poker —y ‘repoker’ — que se saldaron con la salomónica decisión: Tú a la ida y yo a la vuelta… o así; solamente la muy remota posibilidad de que ‘alguien’ acabase velando los ‘negativos’ , zanjó la ‘polémica’ : Das tú la cara con el jefe… se acabó la ‘broma’ .

Cuatro años consecutivos como ‘superventas’ , convierten al Mustang en el deportivo más vendido del mundo, superando ya los diez millones de unidades desde su lanzamiento a mediados de los ‘sixties’ , cuando aquel mítico Mustang Shelby GT350 cautivaba el corazón de los incondicionales, y de quienes comenzaron a serlo a partir de entonces: Jean Louis Trintignant, el Rallye de Montecarlo y la playa de Deauville como telón de fondo (‘Un homme et une femme’) y un ‘tal’ Steve McQueen, a persecución limpia en San Francisco (‘Bullitt’ … por si había dudas).

Eso… y el V8 (459 CV), y la ‘musicalidad’ del escape, y la placa numerada frente al copiloto, y el verde ‘de película’ personalizando una versión que ya la tiene ‘per se’ (la personalidad… digo).

Así que, ‘a caras va la mano…’ , una vez acomodados en un habitáculo que rezuma ‘racing’ por sus cuatro costados, ‘esto’ promete: asientos delanteros marcadamente anatómicos (los traseros son poco menos que testimoniales… ¡y qué!), volante multifunción de tres radios y grueso aro tapizado en cuero, pedales de aluminio antideslizante, palanca de cambios ‘así’ de corta y rematada por un esférico —exclusivista— pomo blanco con la «H» marcada en negro… ¡como toda la vida!

Por no hablar de las llantas (19 pulgadas) ‘Negro Shadow’ de cinco radios, calzadas con diferentes ‘pisadas’ de Bibendum: 255/40 R19 delantera y 275/40 R19 trasera, ‘salpimentadas’ con las rojas pinzas firmadas por Brembo… ¡pues claro!

Y un freno de mano de los de verdad —nada de automatismos—, con una palanca ‘así’ de grande y perfectamente ‘a mano’ , enseñoreándose de un túnel de transmisión sin estridencias, pero que nos recuerda la condición de «arquitectura clásica» (motor delantero / propulsión trasera) de nuestro protagonista, y que nos permitirá, —la palanca— ese hipotético ‘toque’ para colocar la culera… no ‘tan’ recomendable —la maniobra— en el tránsito del día al día… pero que ‘podría’ llegar a hacerse —si pertinente fuere—; otro punto a favor de ‘La Leyenda’ .

Un deportivo en toda regla: carrocería coupé —‘Fastback’ … en americano— y con una ‘paleta’ Verde Oscuro Highland —guiño al de la ‘peli’ —, firmado por «Ford Performance» y por un ‘óvalo’ que evidencia su condición de inventor de la cadena de montaje en un coche con el que ‘te haces’ a la primera de cambio —nunca mejor dicho—, de forma que, lo que en ocasiones —con perdón— puede suponer una lacra ‘filosófica’ , se alía aquí con un conductor… convertido en ocasional ‘piloto’: pisada limpia, comportamiento homogéneo y facilidad de manejo tampoco exenta de ‘emociones’ ; capaz también —el ‘Highland’ —, de deleitarnos con el doble embrague/punta/tacón ‘per se’ … sin tampoco privar al ‘piloto’ del placer de realizarlo a voluntad… ¡la locura!

El evolucionado V8 del Shelby Mustang GT350 —¡siempre Carroll!—, con inyección mixta (directa/indirecta) de gasolina, sube su cota de potencia hasta los 459 CV y su ‘romana’ hasta los 1.818 kilos, tampoco aquí ‘nos paramos en barras’ , aunque también es verdad que el Mustang «Bullitt» lo solventa con autoridad.

Consecuencia: 4,6 segundos en el ‘sprint’ de cero a cien, 260 por hora de punta y en torno a 12,4 litros de media por cada centenar de kilómetros (alrededor de 500 kilómetros sin visitar el surtidor), bueno… también los Sherman M4A3 del Débarquement de Normandie gastaban 475 litros a los cien…

Por cierto, para quienes pretendan ponerle ‘pegas’ —¡‘ñiñiñii’!— a la practicidad, apuntarles —significarles— los 408 litros de capacidad de un maletero ‘panorámico’ , muy diáfano y de fácil acceso que, además, aloja en uno de sus laterales el ‘subwoofer’ —cajón de subgraves— del equipo B&O Play; pero… ¿quién quiere «escuchar la radio» pudiendo disfrutar de la emocionante musicalidad del V8? ¡Venga ya…!

Dos generosos relojes —redondos… ¡por descontado!—, justo a la vista del conductor y una pantalla —‘peaje’ a la modernidad— de 12 pulgadas en la consola central, configurable donde —además— pueden elegirse hasta cuatro ‘musicalidades’ de escape, con horario programable —tampoco hay que ‘rayar’ — en el modo «silencioso».

Hablando de programar… el incono nos permite elegir entre vario modos de utilización: Normal, Nieve/Mojado, Deportivo+, Circuito (aparece un casco en la grafía…) con, encima, tres ‘tactos’ de la dirección de asistencia eléctrica (2,6 vueltas entre topes).

Y todo, con una tarifa más que asumible (55.850euros), habida cuenta que algunos de sus ‘enemigos naturales’ oscilan entre los 75.500 y los 77.800 euros.

Así que, en una época de ‘electrodomésticos’ sobre ruedas… ¡cómo reconforta conducir un coche!

Lo peor… ¡hubo que devolverlo al concesionario!

Al final, tampoco quedó ahí ‘la cosa’ : ¿quién asume el papel del teniente Frank Bullitt… y quién no? ‘To be continued’ …

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